En teoría, estar conectados a la red debería permitirnos tener acceso a infinidad de posibilidades. El poder auto realizarse y añadir valor sin importar qué tan competitiva se volviera. Sin embargo, en la actualidad esto no ocurra precisamente de esta manera ¿Qué le sucede a internet? ¿Qué está mal? Vamos a indagar más al respecto en el siguiente artículo.
Ciertamente todos estamos conectados a internet, como si fuéramos neuronas en una especie de cerebro enorme. No podemos negar que internet es uno de los inventos más impresionantes que ha tenido la humanidad en toda su historia.
Esta era digital que estamos viviendo, fue la que marco la enorme diferencia entre los avances tecnológicos y científicos que han conseguido cambiar nuestra forma de vivir de manera considerable. Afectando la forma en que nos comunicamos, la educación, salud, estilo de vida, agricultura, transporte, etc.
No podemos negar que internet deja una huella en todos lados y todos, tarde o temprano, en mayor o menor medida, necesitamos de internet. De una u otra forma.
Internet ¿Realmente es lo que debería ser?
La gran pregunta ¿Es o no lo que debería ser? ¿Realmente está a la altura de sus expectativas? Inicialmente la web se creo como una manera de democratizar los espacios públicos. En teoría la misma sería una plataforma abierta que permitirá a todas las personas tener acceso a la misma y añadir valor.
Sin embargo, en la actualidad no podemos negar que se convirtió en un monopolio de unas pocas empresas que recopilan datos y los usan para sus propios beneficios. Dichas empresas se encargan de una u otra forma de darle valor a las cosas que vemos y decidir qué debería tenerlo o qué no debería.
¿Colonialismo digital?
El imperio británico logro dominar, expandirse y ganar mucho poder tomando el control de activos vitales: recursos naturales, rutas comerciales, ferrocarriles, etc. De esta forma, luego de hacerse con el poder, le daban a sus colonias o territorios los cuales se encontraban “debajo” de ellos, un límite hasta donde pueden avanzar. Siendo que cualquier progreso bajo estos imperios debía aumentar, antes que nada, las riquezas del mismo.
De esta forma, los amos coloniales lograron expandir sus terrenos y su poder gracias al poder acumular poder. Consiguiendo de esta manera imponer lo que deseaban, desde culturas, idiomas, sistemas de creencias, etc. Evidentemente en este sentido la ignorancia del pueblo fue una herramienta sumamente útil y necesaria para mantenerlos controlados.
La era colonial es historia, en la actualidad los países no funcionan de esta manera. Sin embargo, se podría decir que estamos ante una nueva era colonial. Pero esta vez es digital, llevada adelante por empresas tecnológicas privadas.
Puede parecer exagerado, eso lo tenemos claro. Sin embargo, la realidad dicta que no lo es. Las grandes empresas, pensando únicamente en sus intereses y la forma de controlarlo todo, están encargándose de destruir internet.
Debemos tener en cuenta que internet en realidad vendría a ser una plataforma para que las masas puedan construir, avanzar. Sería una especie de ruta comercial en donde cada uno de nosotros puede tener su negocio, su espacio para ofrecer lo que quiera ofrecer.
Sin embargo, en la actualidad se encuentra fuerte e injustamente controlado por unas pocas empresas que, con razones sumamente egoístas, intentan controlar el flujo de internet. Esto es básicamente colonialismo digital.
Lo que debemos comprender es que no está mal que algunas personas o empresas consigan beneficiarse más, siempre y cuando creen algo que añada valor de verdad. No existe nada de malo en aumentar el interés por algún producto o servicio siempre y cuando se pueda competir contra el mismo de manera justa.
Sin embargo, lo que realmente está mal es cuando unas pocas compañías consiguen monopolizar y controlar una enorme parte de internet, cuando la misma debería estar destinada a que todos puedan exponer lo que deseen por igual.
Las grandes empresas que controlan internet
Veamos grandes empresas como Google y Facebook, las cuales tienen una enorme cantidad de usuarios mensuales. Ambas empresas controlan una cantidad de datos realmente impactante y parece que saben en todo momento qué es lo que estamos haciendo y si, es así.
Dichos datos en su mayoría, son usados para ofrecernos productos o servicios de calidad afines con nuestras necesidades. Cuando vemos publicidad en redes sociales o sitios webs que cuentan con Adsense (publicidad de Google) y justamente es sobre temas que hemos buscado en internet o redes sociales ¿Te parece casualidad?
Nadie debería tener tanto poder, mucho menos una empresa privada. Las empresas acumulan datos de todo lo que hacemos para ofrecernos mejores productos. No es una excusa, por que en realidad esto se hace para optimizar las ventas, para ganar más dinero.
De esta manera en realidad, nosotros somos los productos. Las grandes empresas, gracias a nuestros datos consiguen optimizar sus anuncios publicitarios para llegar a la gente que desean, cuando lo desean ¿Qué significa esto? Que básicamente nos venden a sus anunciantes o cualquier que tenga dinero para pagar el precio.
Debemos tener en cuenta que la cantidad de datos que estas empresas pueden acumular y manipular de los cuales se benefician más de lo que podemos imaginarnos. Logra que cualquier empresa pequeña que quiera competir contra estos grandes de la tecnología, no pueda hacerlo.
No únicamente por no contar con una infraestructura similar, sino porque es imposible acumular la cantidad de datos que empresas como Facebook o Google tienen. Esto hace que se vuelva un monopolio y que nadie pueda competir frente a ellos.
La privacidad en internet
La privacidad y anonimato en internet realmente no existe. Estamos seguros que en alguna ocasión realizaste alguna búsqueda de un producto especifico o lo miraste por alguna aplicación. De repente cierras dicha app o el sitio en donde estabas mirando el producto, sin siquiera comprarlo.
Comienzas a navegar por otra app o sitio web y de repente vez anuncios relacionados con la búsqueda del producto anterior ¿Esto es una casualidad? No, para nada. Las grandes empresas como Google recopilan todos los datos que pueden de maneras que no podrás siquiera imaginarte, luego las aplican para ofrecerte productos a través de sus anuncios.
Por más que esto pueda parecer “bueno” porque, después de todo, nos están ofreciendo productos iguales o relacionados con las cosas que nos interesan. En realidad, esto no cambia el hecho de que estamos siendo espiados y usados.
¿Usados cómo? Como te comentamos anteriormente gracias a estos datos las grandes empresas pueden optimizar sus anuncios para llegar a personas especificas a la hora de vender un producto. De esta manera el anunciante, vera una ratio de conversión considerablemente más grande.
No es lo mismo anunciarse para 10 mil personas que realmente están interesadas en tu producto que para 50 mil que no tienes ni idea que les interesa realmente. Nuestros datos, en gran medida son utilizados para esto. Para venderle a los anunciantes espacios publicitarios más efectivos. En realidad, nos venden a nosotros y nuestros datos.
Muchas personas aseguran que no deberíamos quejarnos porque al aceptar los términos y condiciones de estas empresas, ellos aclaran que pueden usar nuestros datos para esta clase de cosas y eso, es cierto.
La mayoría de personas no leen los términos y condiciones. Sin embargo, hagamos de cuenta que no queremos aceptarlos. Esto significa que no podremos usar los servicios de grandes empresas como Google, Facebook o Microsoft. ¿Tenemos alternativa?