- CURE se presenta como una solución genuina, revolucionara y viable a la crisis mundial de la salud.
- En principio, enfocada en apoyar financieramente hablando a los equipos de investigación sobre el cáncer y a las familias afectadas.
Cada tanto nos toca escribir esta clase de artículos, esos que nos dan un poco de esperanza en ciertos apartados. CURE quiere sanar el mundo, se destaca como un proyecto en los que los inversores pueden crear. Con diseño propio, el token deflacionario que se encuentra impulsado por la comunidad, intenta encontrar la manera de empoderar el campo de investigación sobre el cáncer e ir más lejos.
Jacob Beckley, vicepresidente de tecnología, producto e innovación de Fusion92 comento “El Token CURE va a cambiar el mundo; no me queda ninguna duda”. Los inversores necesitan algo más, necesitan proyectos en los que sean capaces de creer y CURE viene a cumplir ese objetivo. Gracias a la naturaleza descentralizada de la criptografía, se puede eludir la burocracia gubernamental; el proyecto tiene como objetivo proporcionar fondos para lograr que la investigación sobre el cáncer evolucione, de forma real.
Las credenciales de Jaboc dejan en claro que es la persona indicada para liderar este nuevo proyecto. También es fundador de la Fundación Beckley, una organización benéfica sin fines de lucro la cual combina el talento voluntario de médicos, científicos y empresarios con una única cosa en mente: erradicar el cáncer.
El problema es que luego de la actual situación que estamos viviendo (pandemia) la recaudación de fondos y concienciación, se volvió algo complejo. A su vez, las criptomonedas han ganado popularidad como un método de ingresos alternativos. Con la idea de combinar ambos, Jacob se sacó de la manga CURE.
Todos tienen derecho a vivir una vida larga y saludable
Jacob comentó que están luchando para que sea una realidad, para que sea una posibilidad; que todos tengamos derecho a vivir una vida larga y lo más saludable posible. A corto plazo, CURE se enfocará en el lado más oscuro del cáncer: el pediátrico.
En tres semanas, el proyecto paso de estar formado por una persona a tener 65; logro llegar a más de 2500 titulares; alcanzo un ATH de 7 millones de dólares y se logró recaudar más de $ 100,000 para investigación sobre el cáncer infantil.
La financiación para equipos de investigación sobre el cáncer y el apoyo financiero a las familias afectadas es la prioridad. En un área en donde se hacen muchas promesas y se cumplen pocas, CURE acepta el compromiso con sus objetivos altruistas y quiere tener un impacto positivo en nuestras vidas.
Pero las cosas se ponen muy interesantes cuando lo pensamos a largo plazo. Se está explorando la creación de una cadena de bloques, con un sistema agnóstico de información de salud del paciente de por vida que crecerá de forma orgánica.
Los investigadores serán capaces de aprovechar dicha información anónima para poder recopilar datos de forma masiva, algo invaluable. De esta forma podrán ser capaces de ayudar con diferentes soluciones para toda clase de enfermedades y afecciones, pasando por alto las problemáticas normativas sanitarias nacionales.
Otra función o utilidad será la del acceso a la atención médica, específicamente para aquellos que se encuentran limitados. CURE se puede intercambiar o donar para aquellas personas que lo necesiten, lo que les permitirá acceder a la atención médica profesional estén en donde estén; independientemente de su situación. Si esto se consigue con éxito, sería una idea que revolucionaria el mundo y se podría convertir en una solución real y viable a la crisis mundial de la salud.