- La creciente popularidad de Bitcoin conducirá a una mayor regulación, según el Riksbank
- El Gobernador del Banco Central sueco, Stefan Ingves, cree que algunos de los motivos para pensar en ello son «los intereses de los consumidores y el lavado de dinero»
A medida que la popularidad de las divisas virtuales va in crescendo, y cada vez más personas intentan invertir en ellas para resguardar su dinero u obtener ganancias, los diferentes entes alrededor del mundo comienzan a prestar atención, aumentando las probabilidades de aplicar normativas sobre ellas. Básicamente esto es lo que ha venido a decir, en las últimas horas, el Banco Central de Suecia sobre las criptomonedas y su regulación.
Ha sido Stefan Ingves. el gobernador del Riksbank, como se denomina al Banco Central sueco, quien ha disertado al respecto en las últimas horas, sosteniendo en primera instancia que considera «poco probable» que las criptomonedas puedan escapar a las regulaciones internacionales, más allá de las ya aplicadas.
Cuando algo se vuelve lo suficientemente grande, entran en juego cosas como los intereses de los consumidores y el lavado de dinero. Así que hay buenas razones para creer que [la regulación] se producirá
Así respondió el mismo funcionario este lunes, consultado sobre el futuro de las monedas digitales y su eclosión en los últimos meses, lo que está llevando a distintos Gobiernos de diferentes continentes a sentar postura al respecto. Recientemente supimos, sin ir más lejos, que Australia no se opondrá a las criptomonedas… aunque las observará.
El Riksbank da por hecha una regulación de las criptomonedas
El caso de Suecia, un país mucho más cercano cultural e históricamente a las demás naciones continentales, y que durante mucho tiempo ha sido visto como un ejemplo en el tratamiento de los nuevos mecanismos financieros, se esperaba con ansias alguna declaración como la realizada por este representante.
De hecho, hay que tener en cuenta que el Riksbank es el Banco Central más antiguo del mundo y el tercer banco más longevo a nivel mundial. En su haber, tiene la supervisión de las políticas monetarias nacionales, la emisión de coronas para la economía sueca, que se mueve en grandes porcentajes sin efectivo y, hasta ahora, había sido un actor muy favorable al sector criptográfico. Por eso se le aguardaba con atención.
Esto tendrá una primera influencia directa sobre los inversores suecos. Hasta ahora, el floreciente mercado criptográfico local opera en las sombras, en un área legal gris, aunque eso podría acabar muy pronto.
Más en términos globales, Ingves arriesgó refiriéndose a la regulación que «probablemente llegará en diferentes momentos en diferentes áreas». Esto porque, a su entender, cada uno de los países y sus autoridades irán entendiendo en distintos instantes cuándo ha llegado el punto en el que integrarlas al sistema financiero.
Estas discusiones se dan en un contexto particular, en el que hemos sido testigos del rápido crecimiento de las criptomonedas en el último año. No podían menos que atraer la atención legal y regulatoria de los Bancos Centrales.
Y si a eso le sumamos que reputadas instituciones como Goldman Sachs y JPMorgan dieron a conocer sus propios productos criptográficos en los meses recientes, todo indica que será imposible escapar a más regulación.
Suecia mira a los proveedores de criptomonedas
Pero mientras Suecia apunta a las criptomonedas en última instancia, tampoco quiere desatender el actual mercado de proveedores. Hasta que se instalen las regulaciones en cuestión, es todo lo que pueden hacer.
Asa Lindhagen, ministra de Mercados Financieros del país, ya había alertado en su momento que perseguirán a los proveedores de servicios. Entre ellos, los de intercambios y billeteras. Su intención es poder introducir ciertas leyes referidas directamente al cifrado, y la información que se consigue de esas operaciones.
La funcionaria señaló que se trata de «un trabajo en progreso a nivel internacional», sin perder de vista que deben abordar los riesgos de situaciones como el lavado de dinero. Éste, a su entender, es un «tema muy importante».
Pero la cosa no termina allí. Suecia es una de las naciones que intentan desarrollar sus propias criptomonedas. Hace un mes, en abril, el Riksbank dijo que estaba probando el e-Corona. Se trata de «una moneda digital emitida por el estado vinculada a la corona sueca». En sociedades donde los billetes están en desuso, tiene sentido hacerlo.
Algunos analistas consideran que esa clase de movimientos tienen sentido. Al reducir la brecha que existe, y se agranda, entre el dinero fiduciario y el dinero digital, podrían quitarle espacio de crecimiento a las criptomonedas. Evidentemente, antes de que sea tarde y lleguen a ocuparlo del todo.
Algo un poco irónico. Pensando, claro, en que el Bitcoin fue diseñado originalmente para evitar regulaciones.