El renting tecnológico te permite disfrutar de lo último en tecnología
A la mayoría nos ha pasado que hemos ido en busca de un teléfono móvil, una cámara réflex o un ordenador y, al comprobar su precio, nos hemos dado cuenta de que era imposible comprarlo debido a su alto precio. Probablemente, esa frustración es el motivo que explica el éxito del renting tecnológico en la actualidad. Un servicio muy popular entre las empresas desde hace años, pero que también ha llegado a los usuarios particulares y a los profesionales independientes.
¿Qué ofrece el renting tecnológico?
Fundamentalmente, la posibilidad de alquilar un equipo electrónico durante un tiempo determinado a cambio del pago de una cuota, generalmente mensual, aunque algunas empresas ofrecen períodos más cortos en función de las necesidades del cliente. Se puede decir que el renting tecnológico mejora la eficiencia de las empresas.
Las condiciones de un servicio de alquiler de equipos electrónicos son muy similares a las de cualquier otro alquiler. Vamos a verlas:
- El usuario no es el propietario. Es decir, el equipo nunca es suyo salvo que se acuerde lo contrario en el contrato si sobrepasa un número de cuotas determinado. Por tanto, debe devolverlo una vez que expira el acuerdo.
- El mantenimiento corre por parte de la empresa. El usuario, salvo que haga un mal uso del equipo, no tendrá que hacer frente al pago de ninguna reparación o avería. Si sucede, recibirá otro dispositivo en sustitución.
- La renta es fija. Y deberá ser abonada durante todo el tiempo que se disfrute del dispositivo.
Las ventajas del renting tecnológico
A estas alturas, está más que demostrado los beneficios que presenta para las empresas. Pero ¿qué ventajas ofrece también para los estudiantes, los profesionales independientes y los usuarios particulares en general?
En primer lugar, es posible evitar una gran inversión para comprar un dispositivo. Esto supone un fuerte ahorro a corto y medio plazo. Por su parte, la obsolescencia tecnológica deja de ser una preocupación. Cuando aparezcan aparatos con una tecnología más moderna e innovadora, basta con devolver el dispositivo y contratar un nuevo alquiler de otro equipo más moderno.
Además, resulta innegable que el renting tecnológico permite hacer una planificación del presupuesto mucho más efectiva. Gracias a él podemos saber cuánto es posible gastar cada mes y determinar la cuantía máxima de las cuotas. Además, en el caso de quienes están dados de alta como autónomos, pueden desgravar la totalidad del IVA trimestralmente. Y, si son imprescindibles para el desarrollo de su actividad profesional, la totalidad de la cuota.
Por si fuese poco, estos dispositivos ya incluyen un seguro que cubre cualquier contingencia que puedan sufrir. Es contratado por parte de la empresa propietaria y no supone ningún gasto adicional para el cliente. En definitiva, el renting tecnológico se convirtió hace algunos años en una opción popular entre las pequeñas y medianas empresas que no podían hacer un desembolso económico fuerte para comprar equipos informáticos y electrónicos. Sin embargo, dado el alto costo que tienen los dispositivos de alta gama y lo imprescindibles que resultan a la hora de realizar determinados trabajos y proyectos, cada vez es más popular entre los profesionales independientes, los estudiantes y los usuarios en general. No cabe duda de que, tras analizar sus ventajas, se trata de una opción con visos de convertirse en la prioritaria en el mercado.