Aunque a priori criptomonedas como Bitcoin -BTC-, Ethereum –ETH-, Cardano -ADA- o Shiva inu -SHIB-, que son activos fungibles, son el tipo de valores criptográficos que más atención atraen del gran público, existen otro tipo de activos, los no fungibles o NTFs, que últimamente están ganando bastante popularidad en el mundillo en gran parte por lo mucho que ha subido el valor de alguno de ellos, y que, como se verá a continuación, tiene sus particularidades.
Arte digital único
Los NTFs, al contrario que las criptomonedas, son únicos en el mundo. Es decir, por muy valioso que sea cada Bitcoin de forma individual, a los consumidores les da lo mismo tener en su billetera o exchange un Bitcoin u otro, ya que todos son iguales y son útiles cuando se utilizan, de ahí que se diga que son bienes fungibles dado que ejercen como una suerte de monedas -esto no quita que se pueda invertir en criptomonedas mediante trading apalancado, en la cual no se compran y por tanto no se “gastan” las criptomonedas, ya que se especula con el movimiento de la cotización siempre y cuando el inversor aprenda a manejar el alto riesgo del apalancamiento y la volatilidad-.
Esta característica de irrepetibilidad convierte a los NTFs en candidatos perfectos a ser considerados como obras de arte digital, ya que a pesar de que el gusto por las obras de arte es un asunto muy personal, nadie puede negar el valor de un Picasso, un Goya o incluso de una obra del grafitero Banksy independientemente de que seamos capaces o no de apreciar su belleza.
Estas obras únicas suelen crearse sobre la red pública de Ethereum y su blockchain, en cuyo caso para empezar a crear nuestra propia galería virtual de obras de arte digitales sería necesario contar con una dirección válida para Ethereum en una billetera electrónica, algunas de estas obras han alcanzado valores estratosféricos además de ser subastadas en prestigiosas casas de subastas como Sotheby´s, la cual a pesar de ser una de las casas más antiguas y prestigiosas del mundo ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y cuenta con cerca de mil quinientos NTFs en su catálogo de subastas.
En cuanto al valor monetario de los NTFs lo cierto es que sus precios, al igual que los del mercado del arte físico, abarcan un rango enorme, desde unos pocos dólares hasta decenas de millones, pudiendo encontrarse NTFs de todos los precios que se encuentran entre ambas cantidades, de la misma forma que uno puede comprar un coqueto cuadro a un artista callejero para adornar nuestro salón o un Van Gogh para guardar en una cámara acorazada, pero ¿cómo se puede garantizar la unicidad y propiedad de un activo digital cuando la lógica dice que por su carácter no palpable debería ser más fácil de copiar? Pues por la misma razón que se garantiza la propiedad y la autenticidad de un Ethereum, por la blockchain, ya que esta funciona como un registro público e imposible o muy difícil de falsificar, de quién ha adquirido tal o cual NTF, además de quién es su creador, de forma que la blockchain no sólo certifica la propiedad, sino también la autenticidad de la obra. Mejor que cualquier certificado físico y sin necesidad de especialistas en arte.
Además los NTFs tienen otras características que los distinguen de las criptomonedas y que además son intrínsecamente propias de los mismos, y es que son indivisibles, de la misma manera que nadie trocearía un Rembrandt para pagar con los pedazos de lienzo bienes y servicios, pretendiendo además que cada pedazo tuviera la parte proporcional de valor que le correspondería por formar parte de, por ejemplo, Danáe o La noche de ronda, al fin y al cabo tanto el NTF en cuestión como la obra de arte son bienes no fungibles y no se disfrutan gastándolas, sino admirándolas. Puede que con el tiempo aparezcan nuevas formas de especular o invertir en NTFs, pero de momento no es el caso. Para estar al día de qué tipo de instrumentos ofrecen esta posibilidad, y de paso si en algún momento se permite realizar trading online con NTFs sin necesidad de comprarlos y venderlos directamente, un inversor podría subscribirse al canal de YouTube de su bróker de referencia, ya que mediante las RRSS se puede estar fácilmente al día de todas las novedades tanto del mercado de los tokens no fungibles como del de los fungibles.