- Muchos estudios afirman que existe un estrecho vínculo entre las redes sociales y la depresión.
- Aquellas personas que utilizan demasiado las redes sociales, se ven expuestas a diferentes contenidos que pueden generar o agravar los síntomas de la depresión.
Se estima que un poco más de 4 mil millones de personas alrededor del mundo usa todos los días redes sociales como Instagram, Snapchat, Twitter y Facebook. Esto llevo a expertos en salud mental a investigar el vínculo entre las redes sociales y la depresión.
Los investigadores sugieren que aquellas personas que limitan su tiempo en las redes sociales, son más felices que aquellas que son adictas. Muchos estudios afirman que las redes sociales son capaces de desencadenar una gran variedad de emociones muy negativas que empeoran su situación y síntomas de depresión. Existen beneficios e inconfidentes de las redes, siendo la depresión un problema grave del que muchas personas no se dan cuenta.
¿Qué es la depresión?
La depresión clínica o trastorno depresivo mayor, es un trastorno del estado de ánimo que es caracterizado por diferentes sentimientos constantes. La tristeza y las pocas ganas de disfrutar de actividades que la persona alguna vez disfruto. Tengamos en cuenta que la depresión puede ser algo leve o demasiado grave; evitando que una persona que sufre de esta afección pueda concentrarse, dormir, comer, tomar decisiones o acciones que complican su rutina diaria.
En situaciones extremas, las personas con depresión pueden llegar a pensar en quitarse la vida, sentirse inútiles, tener demasiada ansiedad; incluso sufrir síntomas físicos como la fatiga o dolores de cabeza constantes. Es posible tratarla con psicoterapia y ciertos medicamentos. Pero limitar el tiempo en las redes sociales y darle prioridad al contacto humano; realizar actividades en el mundo real; compartir con amigos y familiares, pueden ser muy beneficiosos para luchar contra la depresión.
Vínculo entre las redes sociales y la depresión
Debemos considerar que las redes sociales nunca han sido tan populares como en la actualidad, con más de la mitad de la población conectada a estas publicando de todo. Se ha confirmado, gracias al estudio de Lancet publicado en 2018, que la mayoría de personas revisan sus cuentas en redes sociales hasta altas horas de la noche y que es muy probable que sean quienes se sientan más deprimidos e infelices.
Otro estudio realizado en 2018, llego a la conclusión de que mientras menos tiempo se pasa en una red social, menos síntomas de depresión y soledad sienten. En 2015, un estudio encontró que los usuarios de Facebook sentían más envidia mientras estaban en la aplicación, lo que desencadena síntomas de depresión.
¿Es una casualidad o correlación?
Son muchos los estudios que afirman que existe una correlación entre las redes y la depresión. Se han realizado una gran cantidad de investigaciones con respecto a esto y la mayoría llega a la misma conclusión: mientras menos se usen las redes sociales, menos deprimidas y solas se sienten las personas.
Esto deja en claro una relación entre un menor uso de las redes sociales y el bienestar emocional. Varios investigadores afirmaron que el estudio marcó la primera vez que la investigación científica logro establecer un vínculo causal entre estas variables.
Para poder establecer un vínculo entre las redes sociales y la depresión, los investigadores solicitaron a 143 estudiantes de la Universidad de Pensilvania a dos grupos: uno podía hacer uso de las redes sociales de la manera que quisieran, mientras que el segundo grupo únicamente las podían usar 30 minutos durante tres semanas.
Cada estudiante utilizó un iPhone y los investigadores monitorearon los datos de sus dispositivos para garantizar el compromiso de los estudiantes con la investigación. El grupo con acceso restringido a las redes sociales mostro una menor tendencia a la depresión y la soledad que al inicio del estudio.
Los dos grupos informaron una disminución en la ansiedad y el miedo a perderse algo (FOMO), aparentemente porque unirse al estudio logro que incluso, el grupo con acceso ilimitado a las redes, prestarán más atención sobre la cantidad de tiempo que invertían en su día a día en las redes sociales.
Menos redes sociales, menos FOMO
No estamos seguros de por qué aquellos que únicamente pasaron media hora diaria en redes sociales experimentaron menos depresión. Sin embargo, la sugerencia principal es que estos jóvenes no se vieron tan expuestos a mirar contenido como vacaciones de sus amigos, adquisición de bienes materiales, cartas de aceptación de la escuela de posgrado, felicidad entre amigos, etc. Cosas que los haría sentirse mal consigo mismos.
Evidentemente, las publicaciones de personas que da la impresión que tienen vidas perfectas, puede hacer que ciertas personas en las redes se sientan inferiores, que sus vidas no son lo que imaginaron.
Las redes sociales también son capaces de generar a los usuarios un caso específico de FOMO. Por ejemplo, si han sido invitados a las vacaciones de un amigo, pero no pudieron asistir por algún motivo. O si el amigo no les preguntó nada sobre el viaje, esta persona puede sentirse herida y exclusiva al ver que otras personas de su círculo social si pudieron hacerlo, lo que los llevara a cuestionarse su propio autoestima y vida en general.
Incluso aquellas personas que se ven expuestos a contenidos relacionados con una ex pareja, quizás bebiendo en un bar o con un nuevo interés amoroso, pueden experimentar FOMO. Pueden pensar por qué lo supero demasiado rápido, quizás por qué nunca realizo esa actividad con nosotros, etc.
Para finalizar, limitar el tiempo en las redes sociales puede evitar que nos veamos expuestos a situaciones en donde nos compararíamos con los demás. Lo que puede lograr evitar desarrollar síntomas que contribuyen a la depresión.