- En una era en donde la información digital es fundamental, contamos con varias opciones en cuanto a almacenamiento.
- Sin embargo, dependiendo de nuestras necesidades, algunas pueden ser muy buenas y otras una muy mala idea.
En una época en donde la información es sumamente importante y debemos aprender a guardarla con mucho cuidado. Nos encontramos con diferentes medios de almacenamiento que son ideales dependiendo el fin. ¿Qué nos conviene más? ¿Cuál deberíamos elegir? ¿Una unidad flash USB o un disco duro externo? Esto es lo que vamos a ver un poco más abajo.
Discos duros externos: económicos, con mucho almacenamiento y lentos
A estas alturas a nadie le sorprende que cuando hablamos de un disco duro (HDD) inmediatamente afirmamos lo lento que son. Evidentemente, su lado positivo es que ofrecen una enorme cantidad de almacenamiento a un precio sumamente económico, pero sacrificamos demasiada velocidad.
Entonces, no podemos negar que, en cuanto a calidad y precio, los HDD ofrecen una increíble cantidad de espacio de almacenamiento a un costo relativamente económico, pero perdemos demasiado tiempo. Las velocidades de lectura/escritura de las unidades de disco duro generalmente superan los 200 MB/s y las internas más rápidas en UserBenchmark dan como resultado 198 MB/s de velocidad de escritura secuencial.
La gran mayoría serán USB 3.0 o superior, lo que nos terminaría dando una velocidad máxima de 640 MB/s, en realidad está bastante bien para las capacidades internas de la unidad.
Aunque, digamos que la velocidad no es lo único malo que tienen esta clase de discos. Teniendo en cuenta que los datos se almacenan en “platos giratorios”, por decir de alguna manera, estos tienen que justamente girar antes de que podamos acceder a estos. Lo que añade 10 segundos aproximadamente por cada solicitud de lectura o escritura, dependerá de si la unidad ya se encuentra girando.
Después de esto, se tiene que mover un brazo mecánico a través del plato para poder escribir o leer datos. Nos daremos cuenta de esto porque hará un clic característico mientras usamos el HDD, aunque a veces también puede ser señal de alguna falla. Teniendo en cuenta que se tratan de varias piezas, son más propensos a tener errores, especialmente si hacemos movimientos bruscos o se golpean cuando los estamos utilizando.
Por lo tanto, si no estamos demasiados preocupados por la velocidad de lectura y no vamos a mover el disco duro, entonces un HDD para tener como disco externo viene muy bien. Es ideal para guardar una gran cantidad de archivos, quizás para tener una copia de seguridad local de nuestros archivos en la nube, etc.
Unidades flash: portátiles y veloces
Por otro lado, nos encontramos con las unidades flash en donde la velocidad y portabilidad son una característica muy destacable; esto se puede trasladar a cualquier SSD (son más pequeños y se podría decir que es una unidad flash USB con esteroides).
Sin embargo, en el caso de una unidad flash USB, el problema principal es la capacidad de almacenamiento. Debemos considerar que las más grandes actualmente son de 1 TB como máximo y por el mismo precio, podríamos tener un HDD de 8 TB.
Algo muy importante de las unidades flash es que no tienen platos giratorios, no existen demoras adicionales a la hora de lectura y escritura. Además, pueden recibir golpes y no se dañarán, a menos de que sea un golpe excesivamente fuerte, claro está.
Básicamente, las unidades flash USB, a diferencia de un disco duro, son ideales para transportar archivos, nos proporcionan velocidad y portabilidad; lo que nos conviene si tenemos que estar pasando archivos de un lugar a otro. Un HDD es ideal para mantener en casa, conectado cuando lo necesitemos y tratándolo con el mayor de los cuidados posibles.