- Si vas a dejar de usar tu equipo por un rato, probablemente te interese que consuma poco o nada. Es que ahorrar energía siempre fue posible gracias a Windows, pero nunca era tan importante
- Ya desplegado el menú, podemos encontrarnos en la duda de hibernar o suspender, soluciones que parecen similares, pero que guardan algunas diferencias entre sí que vale la pena conocer
Puede que, hasta hace un par de años, las opciones para ahorrar energía en nuestra computadora estuvieran allí sólo para los más cuidadosos… o los más exagerados. Sin embargo, el aumento en el precio de la luz dentro del territorio español nos obliga ahora a tomar alguna medida al respecto. Puestos a hacerlo, sabemos que muchos usuarios de ordenadores Windows se preguntan si es mejor hibernar o suspender un PC de hogar u oficina.
Estas dos alternativas, que aparentemente hacen lo mismo, y sin dudas tienen como objetivo reducir todo consumo energético que el aparato realice cuando no lo estamos usando, no trabajan exactamente de la misma forma.
Evidentemente, lo que la mayoría de los usuarios pretenden es saber cuál de las dos características consume menos. Para ello, hay que hacer un pequeño repaso acerca de sus orígenes, y sobre sus razones de ser en pleno 2022.
¿Cuál es la diferencia entre hibernación y suspensión?
Antes de entrar de lleno en el tema, lo primero que debemos aclarar es por qué existen dos métodos por separado. Ninguno de los dos apaga por completo nuestro equipo, como sabemos, pero en tal punto acaban las semejanzas.
La hibernación se encarga de guardar el estado del disco duro en lugar de la memoria por lo que, cuando volvemos a encender nuestro ordenador, carga ese estado de la memoria. Al almacenarse todo en el disco duro, el aparato puede apagar por completo sin dejar de reanudar donde lo dejamos. Para llevarlo a cabo, el proceso de recuperación de éste es algo más extenso, y puede demorar un poco más en reiniciarse de lo que nos gustaría.
La suspensión se encarga de activar un modo «de bajo consumo», manteniendo el estado de la computadora en la memoria, mientras otras partes del dispositivo dejan de funcionar. La combinación de elementos hace que el reinicio sea extremadamente rápido, como si se despertara de una siesta y no de una noche de sueño profundo.
En líneas generales, la hibernación es lo mejor si nos vamos a dormir toda la noche pero tenemos que reanudar tareas tan pronto nos despertemos; mientras que la suspensión es perfecta si salimos sólo un par de horas.
Entonces, ¿cuál demanda más energía?
Si sigues en la duda sobre si es mejor hibernar o suspender tu PC, veamos qué cuestiones debemos considerar. Déjanos anticiparte, eso sí, que no hay una única opción correcta, sino que todo dependerá de tu necesidad.
Y para responder al asunto habrá que detenerse aquello que empezamos analizando, que es el consumo de energía.
Un PC que está hibernando requiere tan poca energía como un PC que está totalmente apagado, y eso explica esta demora en reiniciarse que mencionábamos. En tanto, un PC que está suspendido demandará más recursos.
Por llevarlo a porcentajes, podemos decir que un equipo suspendido consume cerca del 10% de uno encendido, lo que no está nada mal. Pero un equipo hibernando necesita sólo el 1% de la energía de uno encendido.
En resumen, ambos modos gastan menos energía que un ordenador que sigue funcionando sin motivo alguno. Por eso, con las salvedades y casos de uso que hemos citado, siempre es mejor hibernar o suspender tu PC. Adicionalmente la buena noticia es que, gracias a estas funcionalidades, no deberás apagarla nunca más.