Google compite contra OpenAI y contra ellos mismos.

Google compite contra OpenAI y contra sí mismos

La inteligencia artificial está en boca de todos y prácticamente todas las compañías tecnológicas quieren una parte del pastel. No es algo que sorprenda a nadie, después de todo ¿Qué compañía no está pensada para generar ingresos? La IA parece una oportunidad impecable no únicamente para ofrecer servicios innovadores y ágiles, también para ahorrar recursos de toda clase. Sin embargo, esto también desencadeno una guerra en donde Google no únicamente parece competir contra OpenAI, también lo hacen contra sí mismos.

Veamos, ChatGPT de OpenAI es el claro ganador por el momento. Se trata del chatbot más utilizado en la actualidad y cualquier persona que no sabe mucho de las opciones que tienen disponibles. Cuando le preguntas sobre inteligencia artificial, lo primero que se le viene a la mente es “ChatGPT” y nada más.

Todavía recuerdo cuando pensaban que internet era “Googlear” y nada más que eso. Podríamos decir que con la Inteligencia artificial sucede algo similar en cierto sentido. Bing Chat con tecnología de OpenAI está haciendo lo suyo, la comunidad Open Source está logrando grandes avances, Google con Bard intenta luchar por no quedarse afuera y LIMA de Meta parece venir pisando fuerte.

Google compitiendo contra todos, incluso contra ellos mismos

La situación se desarrolla de la siguiente manera. Para marzo, Google decide que sus divisiones de IA se unieran. De esta manera, DeepMind y Google Brain comenzaron a trabajar juntos de cara al público. Aunque todo parece indicar que detrás del escenario, la situación era algo diferente.

Amir Efrati, editor en The Information, gracias a fuentes internas de la compañía. Afirma que los responsables de DeepMind y Google Brain no tenían ninguna clase de intenciones de trabajar juntos. Que, en realidad, fueron obligados a hacerlo.

Efrati asegura que el liderazgo de Sundar Pichai, CEO de Alphabet, funciono bastante bien mientras se encontraban liderando el mercado. El problema es que, ahora, parece que la situación a cambiado para mal. De hecho, Pichai ya no tiene demasiado poder sobre la gente que trabaja para él. También aseguraron que Pichai se quejaba constantemente de que no podría conseguir que el CEO de DeepMind, Demis Hassabis, les diera prioridad a algunos proyectos específicos y compartiera código de software con Google Brain.

La polémica de Bard siendo entrenado con ChatGPT

Volvamos a marzo, más precisamente a finales de este mes. Vimos como Jacob Devlin, un importante investigador de Google. Tomo la decisión de dejar la compañía e irse directamente a OpenAI. Devlin aseguró que Bard estaba siendo entrenado con ChatGPT, específicamente, con ShareGPT ¿Qué es ShareGPT? Como bien explica su nombre, se trata de una web en donde las personas comparten sus conversaciones con la IA.

La gente de The Verge, le consultaron a Google si esto era cierto y como era de esperar, negaron que Bard estuviera siendo entrenado de esta manera.

Pero, irónicamente, OpenAI si utilizó un servicio de Google para entrenar a ChatGPT. Por lo que vemos en The Information, se utilizó “Whisper” para transcribir audios de YouTube y pasarlos a texto. Básicamente, utilizaron YouTube como si fueran podcasts para entrenar su chatbot.

Según YouTube, queda prohibido utilizar el contenido de la plataforma para algo más que no sea un uso personal, no se puede utilizar con fines comerciales. Tampoco está permitido acceder a la plataforma con herramientas automatizadas.

Por el momento, ninguna de las compañías hizo alguna clase de comunicado al respecto. Aunque todo parece indicar que sería la punta del iceberg de algo mucho más grande que está ocurriendo detrás de toda esta guerra de inteligencia artificial.

Con todo esto, queda en claro que es fundamental que se siga adelante con la regulación de la IA y sobre todas las cosas de las compañías que se encuentran detrás de esta. En la actualidad, esto nos deja muy en claro que únicamente las empresas son las que saben cómo se han entrenado estos modelos fundacionales. Y señores, esto es algo que debería preocuparnos a todos.


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