Google Bard llego como una respuesta a los avances que ChatGPT estaba haciendo en el campo de la inteligencia artificial, aunque se han encontrado con un gran problema y ese es el de los derechos de autor.
Veamos, Bard se encuentra basado en el Language Model for Dialogue Applications (LaMDA) y el modelo de IA conversacional de Google. El problema de esta tecnología es que debe “comer” para que funcione de manera adecuada, esto ya lo tenemos en claro.
En la actualidad, no podemos negar que ChatGPT lleva la delantera cuando se trata de usar cualquier Prompt. Siendo la opción de Google un poco más deficiente. Recordemos que ni Google tiene confianza en la información que da Bard.
Los derechos de autor son un “problema” para la inteligencia artificial
Sea como sea el caso, Bard se encuentra disponible y con una buena cantidad de información que nos permite hacer uso de este chatbot de forma ágil, acelerando varios procesos en diferentes áreas. Aunque en este sentido, Apple GTP, el próximo chatbot de IA, no se va a quedar atrás tampoco.
Sin embargo, volviendo alPaLM 2, es el modelo de lenguaje de Inteligencia Artificial que fue desarrollado por la compañía. El cual apenas si pudimos ver en el Google I/O 2023. Podríamos decir que se encuentra en “pañales” y que necesita alimentarse bien para poder crecer fuerte y sano.
PaLM 2 es capaz de lidiar con varios idiomas, generar código JavaScript y Python, entre otras cosas, mejor que la opción de OpenAI. Resulta que parece ser más rápido y eficiente. Además de que tiene la opción de funcionar de manera nativa, local en cualquier dispositivo móvil. A diferencia de otros que dependen de estar conectados a internet.
Pero el problema aparece cuando las regulaciones hacen acto de presencia y que se encargan, entre otras cosas, de proteger los contenidos con los cuales una IA es entrenada. Y esto es lo que podría generar varios problemas para Google.
La hipocresía de Google
Gracias al medio The Guardian, podemos ver que Google presento un caso ante los reguladores del gobierno australiano para que les permita entrenar su IA con cualquier set de datos, a menos que los dueños de esos datos, manifiesten específicamente que están en contra.
Google, exige que Australia tome la posición de un sistema de derechos de autor que permita el uso apropiado y justo de contenido con copyright que permita entrenar modelos IA en Australia. A la vez, proponen opciones para aquellas entidades que prefieran que sus datos no sean usados con tal fin. Ya hemos visto anteriormente como la industria musical está en contra de la IA por temas de copyright y no es precisamente la única.
Básicamente, Google quiere que las leyes de derecho de autor no se apliquen cuando se trata de ellos y su producto, algo que es, como mínimo, hipócrita.