Si tienes un emprendimiento o empresa, probablemente ya sabes lo difícil que es llamar la atención del público. Independientemente de las estrategias que hayas adoptado, puede que el problema sea más de enfoque global. Quizás, en un mercado abarrotado de opciones como el actual, haya llegado el momento en el que deberíamos preguntarnos por qué triunfan aquellos que apuestan al marketing de valor o marketing basado en valores.
Con miles de compañías luchando por los mismos clientes en prácticamente cada área, los consumidores están siendo constantemente bombardeados con mensajes. Para ser sinceros, poniéndonos en su sitio, sabemos que seguramente los mensajes no les interpelen. A mi, como consumidor, hace tiempo que dejaron de hacerlo.
Debería pensar seriamente cuándo fue la última vez que un mensaje de marketing me llamó la atención 🤔
¿Es el marketing de valor la solución a este problema?
Para las empresas y emprendimientos que están realmente comprometidos con su público, hay una oportunidad. Consiste en lo que se conoce como marketing de valor, marketing con valor, o marketing basado en valores. (aproximaciones del concepto original en inglés Value-Based Marketing). Pero, ¿cómo puede ayudar?
Como explicamos, el marketing de valor ataca el problema en su origen: el enfoque. No importa qué tan efectivas puedan ser las estrategias de marketing que incorpores, si el enfoque no es el correcto no tendrán impacto alguno.
Lo que propone el marketing de valor es dejar de enfocarse simplemente en la promoción de productos y servicios, para enfocarse en la construcción de relaciones sólidas con los potenciales clientes. Resultar de confianza, creando un vínculo que no tenga como objetivo único la conversión, será una de las tendencias de marketing.
Revaloriza el marketing
Si hay algo que como consumidor agradezco del marketing de valor es que, justamente, ha revalorizado el marketing. En los últimos años, muchos nos hemos acostumbrado a descartar los correos y otras acciones de marketing sin siquiera darles un vistazo. La experiencia nos dice que no nos aportarán nada nuevo, emocionante… ni útil.
El marketing de valor hace todo lo opuesto: intenta acercar al usuario contenido útil, que le despierte emociones. Eso hace que el marketing se esté revalorizando, y que ya no todos esos mensajes sean vistos como molesto SPAM.
Fomenta la confianza y la credibilidad
La confianza es uno de los propósitos que se persiguen al adoptar el marketing de valor como punto de partida. Considerando que los consumidores son cada vez más escépticos, ganarse su confianza supone un reto aún más importante que poder venderles algo. Al final, ¿de qué sirve venderles algo si no logramos que regresen pronto?
La transparencia y la autenticidad, amén de la preocupación por la situación del cliente, es una tarea principal.
Crea conexiones emocionales
Al abrirse a través de la confianza, el cliente está dispuesto a pasar por conexiones emocionales con tu negocio. Esperará emocionado el próximo correo, notificación o publicación en la que le aportes información de interés. Comentarán con los demás dónde han aprendido eso, dónde se vende ese producto u ofrece ese servicio.
Posibilita un compromiso orgánico
Habiendo creado esas conexiones emocionales, los compromisos serán más orgánicos. ¡Creerán en lo que les dices! Y, lo que incluso puede ser más relevante: harán publicidad por ti. Mantendrán intercambios sociales con sus pares, reproduciendo tus campañas y consiguiendo que te promocionen los clientes. Es a lo que aspira cualquier firma.
Asegura la lealtad del cliente
Todo esto confluye en una lealtad mutua entre el cliente y tu emprendimiento o empresa. Relaciones a largo plazo, sostenidas en el tratamiento individual de cada consumidor para que tu marca esté presente y sea trascendente dentro de sus vidas. Si son leales, y mantienes la calidad de tu propuesta, te seguirán comprando siempre.
Éstas son otras cinco tendencias de marketing que triunfarán en 2024 y puedes complementar con este enfoque
¿Cómo implementar el marketing basado en valores?
El mayor desafío del marketing de valores es implementarlo si hasta ahora no lo habíamos tenido en cuenta. Disponemos de varias maneras de integrar el marketing basado en valores en nuestras estrategias comerciales.
Identifica a tu público nuevamente
¿Cuánto hace que no identificas a tu público? Repasa nuevamente sus necesidades y sus requisitos. Si no lo haces, vas a cometer el error de estar compartiendo información al público equivocado. Por eso primero debes identificarlo.
Concéntrate en brindarles «algo más»
Aborda las problemáticas reales de los clientes. Si vendes coches, cuéntales cómo un coche podría mejorar su vida. Pero hazlo en torno a los coches en general, no a los que tienes tú. Desarrolla datos atractivos, como cuáles podrían ser los gastos de mantenimiento mensuales o anuales, qué tipo de coche buscar según la conformación familiar, etc.
No insistas tanto con tus productos y servicios
No uses todos tus correos ni publicaciones para hablar de lo que vendes u ofreces. Deja los productos y servicios a un lado por una vez y trata de educar a la audiencia. Las conversiones arribarán tarde o temprano, si confían en ti.
Claro que deberías rediseñar o diseñar una estrategia de contenidos acorde al marketing de valor que buscas.
Sé auténtico y transparente
Lo peor que puedes hacer en estas circunstancias es ser falso. El cliente lo detectará de inmediato, no tengas dudas. No hagas afirmaciones exageradas ni mucho menos engañosas. Puede que te den notoriedad al principio, pero recuerda que viralizarte en las redes -si eso no acaba en ventas- no tiene ningún sentido. Te ridiculizarás.
Escucha -o lee- y responde
A lo largo de todo este proceso, mantente escuchando o leyendo a tu público y respondiéndole si acude a ti. Asesórales en todo lo que puedas, pero sin mostrarte desesperado por vender tu producto o servicio.