aplicación de escritorio de Word

Sigo prefiriendo la aplicación de escritorio de Word. ¿Por qué 🤔?

Cada vez son más los programas que dependen de una conexión a Internet para funcionar correctamente. Office supo ser uno de los softwares que mejor se resistió a esta tendencia, pero con la llegada de la suite ofimática de Google tuvieron que adaptarse a estos tiempos. En mi caso, sigo prefiriendo la aplicación de escritorio de Word. ¿Cuáles son las explicaciones que tengo para mantener este favoritismo? Intentaré desarrollarlas en este post.

Como concepto, más allá de la evidente ventaja de que puedo acceder a ella sin conexión, la aplicación de escritorio me ofrece herramientas que no están en la versión online. Tras años conviviendo con Office, son instrumentos casi indispensables en mi día a día y no podría vivir sin ellos a pesar de que conozco varias virtudes de Word en línea.

En mi opinión, la versión en línea de la aplicación de Word es -casi siempre- mejor que la versión de escritorio en términos de colaboración y su interfaz de usuario es más fácil de navegar. Pero a veces se queda corta.

¿Qué extraño de la aplicación de escritorio de Word al usarlo online?

Insistiendo en que ésta es mi experiencia personal, y la de otro podría ser distinta, el caso es que me acostumbré tanto a utilizar la barra de herramientas de acceso rápido de la aplicación de escritorio que simplemente me parece raro cuando me enfrento a la sencillez de la cinta de Word en línea. Daría la impresión de que he perdido más de lo que realmente he perdido. Por supuesto, quienes crezcan con la versión online de Word no tendrán ese problema.

La barra de herramientas rápida de la aplicación de escritorio me posibilita realizar acciones rápidas; y repetitivas. Gracias a ello puedo evitarme el tener que recordar atajos de teclado. Y si a eso le sumo que puedo personalizar prácticamente cualquier parte de la misma, mi preferencia por la aplicación de escritorio se cimenta sobre ella.

En resumen, la aplicación en línea me trasmite una apariencia más corporativa y menos personal.

La configuración de las marcas de agua

Las marcas de agua tienen un gran valor en los documentos de Word. Te lo dice alguien que no les prestaba demasiada atención hasta que vio como algunos de sus textos eran compartidos por otros siendo robada su autoría.

Puedes agregar la leyenda «NO COPIAR» en el fondo del documento o añadir el logo de tu negocio creado con IA. Básicamente, de ese modo arruinarás cualquier intento de apropiación de tus contenidos por parte de terceros.

¿Significa eso que la versión online no tiene marcas de agua? No, pero las marcas de agua de la versión en línea son más limitadas y no puedes adecuarlas a tus necesidades o requerimientos. Si las valoras como ahora las valoro yo, entonces tienes un aliado en la versión de escritorio de Word. Es la manera de defender tu propiedad intelectual.

El formatear páginas de forma diferentes

Los saltos de página son claves para estructurar y organizar un documento de Word exactamente como lo deseas. , Por ejemplo, para separar una página de título del cuerpo principal o para poner una bibliografía al final de una tesis. (Recuerda que pasar de página con la tecla Enter suele causar errores de formato importantes y no es lo ideal).

Puede que quieras una página en formato horizontal y la siguiente en formato vertical, y si es así debes aplicar diversos saltos de sección en la aplicación de escritorio de Word. La versión en línea no te sirve para eso.

Otras funciones disponibles sólo en la aplicación de escritorio de Word

  • Insertar gráficos básicos: si bien es recomendable copiar y pegar gráficos de Excel a Word, puedes crear gráficos en la aplicación de escritorio de Word para salir del paso e ilustrar algo para que todos los comprendan.
  • Incrustar objetos: puedes incrustar PDFs, hojas de cálculo de Excel, presentaciones de PowerPoint, etc.
  • Realizar capturas de pantalla: la aplicación de escritorio de Word posee una función de captura de pantalla.
  • Bibliografías, subtítulos y citas: si estás creando un documento académico o un trabajo de investigación con el formato adecuado, definitivamente será más fácil darle un marco adecuado con la aplicación de escritorio.
  • Líneas de firma: dicha función está reservada principalmente para profesionales, por lo que se aconseja el paquete empresarial de Microsoft 365 para darle un tono de mayor formalidad a estos documentos de Word.

Hay una versión de Word para cada usuario

En resumen, si bien Word online es un adelanto -y hasta me atrevería a decir que es el futuro- esta versión simplificada del procesador de textos no acaba de conquistarme. Puede que lo haga con los usuarios ocasionales, los que colaboran con otros o aquellos que no requieren de Word durante toda la jornada.

Independientemente de eso, si debes ejecutar tareas más complejas la suscripción a Microsoft 365 vale la pena.


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