Anticiparse a los delitos antes de que sucedan, aunque ya discutida en el ámbito filosófico y literario, lo vimos por primera vez en la película Minority Report, en la que las autoridades detenían a individuos antes de que ejecutaran un crimen. En la actualidad, esta idea está materializándose gracias a los progresos en la inteligencia artificial, especialmente con un proyecto en Corea del Sur. El Instituto de Investigación en Electrónica y Telecomunicaciones (ETRI) ha creado un sistema de IA (inteligencia artificial) llamado «Dejaview», que tiene la capacidad de detectar y, por consiguiente, prevenir delitos antes de que pasen.
Proyecto Dejaview
En sí, Dejaview es un esquema de análisis visual basado en cámaras de vigilancia, que se vale del aprendizaje automático para analizar patrones y señales que apunten a posibles acciones criminales. Este sistema no se limita a imágenes fijas, sino que incluye una multiplicidad de variables: desde la hora del día, la ubicación, hasta eventos previos en un área determinada. Todos estos datos se integran y analizan para pronosticar si un delito está a punto de suceder.
Adentrándonos más en su funcionamiento, primero, un modelo de predicción espacial y temporal examina los patrones vinculados al sitio y el momento en que podría tener lugar un crimen. Este modelo se apoya en situaciones pretéritas: por ejemplo, si en una zona aislada y con poca actividad hubo un incidente nocturno, el sistema puede identificar un elevado riesgo de que pueda volver a pasar. De este modo, las autoridades pueden concentrar su atención en estas áreas «de riesgo», monitoreando con mayor minuciosidad las cámaras de vigilancia y desplegando equipos de respuesta cuando sea pertinente. En pruebas de campo, concretamente en la ciudad de Seocho, este sistema mostró una precisión superior al 82% al prever zonas propensas a delitos.
Después, Dejaview se centra en una «predicción de reincidencia individual». Aquí, la intención es monitorear a personas ya identificadas como de alto riesgo de reincidir en conductas delictivas. A través del seguimiento de sus movimientos y el análisis de sus pautas de comportamiento, el sistema puede reconocer indicios de que estas personas vuelvan a cometer un delito. Este tipo de análisis resulta más intrincado, ya que requiere una vigilancia continua de las actividades y movimientos de concretos sujetos.
La IA de Dejaview ha sido entrenada durante tres años que se recolectaron más de 32000 fragmentos de vídeo de cámaras de seguridad que documentaron diversos incidentes.
Preocupación en torno a la privacidad y las libertades individuales
Las implicaciones éticas y legales de este tipo de herramientas son amplias, ya que podrían derivar en un nivel de vigilancia sin precedentes, lo que podría desencadenar abusos si caen en manos de ciertos gobiernos o corporaciones.
De momento, el ETRI ha restringido el uso de Dejaview a determinadas infraestructuras, como aeropuertos, fábricas, instalaciones energéticas y eventos de gran relevancia nacional. Estas zonas precisan de seguridad pública, y su monitoreo mediante este sistema podría prevenir incidentes antes de que se produzcan. Pero se prevé que para 2025 esta tecnología pueda estar disponible comercialmente para agencias de seguridad, ampliando así su aplicación.
Hay que recalcar que el interés por la tecnología de prevención del crimen no es sólo de Corea del Sur. Otros países también están investigando maneras de adelantarse a actividades delictivas empleando la inteligencia artificial. Por ejemplo Argentina, que ha implementado una unidad de inteligencia artificial para analizar imágenes de cámaras de vigilancia, después esta unidad recopila y procesa información de fuentes tan diversas como redes sociales, páginas web e incluso la dark web. Por último, hace un análisis más profundo y exhaustivo de dichas imágenes para la detección temprana de amenazas y actores malintencionados.