Las tarifas planas de ADSL pueden estar llegando a terminarse tal y como las conocemos. Movistar ha comenzado a aplicar la política de uso razonable FUP (Fair Usage Policy), aunque desde Telefónica a sido desmentido, alegando que el sistema existe pero no está siendo utilizado.
Hace un año se anunciaban rumores que indicaban que Movistar quería implantar este sistema, limitando la velocidad y reduciendo tráfico en sus redes para evitar la saturación, cosa que probo meses después, en septiembre de año pasado con su filial inglesa O2, que anuncio el fin de las tarifas planas ilimitadas, implementando estas restricciones a aquellos usuarios que superaran lo 20GB de trafico al mes, e inclusive llegando a la desconexión en caso de consumo excesivo. «Durante los intervalos más congestionados del día gestionaremos el tráfico P2P hasta dar un máximo de 50 Kbps«, señala la compañía en las condiciones del contrato.
Todo esto nos hace pensar sobre este tema, y más al adjuntar las opiniones del consejero delegado de Telefónica, Julio Linares el cual afirmo “el actual modelo de Internet no es sostenible en un futuro porque el enorme crecimiento del tráfico va a seguir, cada día va a haber más uso de banda ancha» y que habría que «reconsiderar las tarifas planas, porque no se puede cobrar lo mismo a un usuario intensivo en consumo de tráfico que a otros».
Sin embargo y en la opinión de un servidor, este giro de política no está motivada por la “defensa” del consumidor, ni en la búsqueda de un pago justo por el servicio utilizado. Sino más bien es una nueva forma de sacar dinero a los usuarios, ya que se han percatado del uso exponencial del tráfico de datos y se dan cuenta de que la tarifa plana no les va a ser lo más conveniente.