Con financiamiento de parte de las grandes potencias de Europa, Norteamérica, y Asia, la red de radiotelescopios llamada ALMA (Atacama Large Millimiter/subMillimeter Array), la cual está en pleno proceso de desarrollo en el desierto de Atacama en Chile, entra en funcionamiento a partir del día de hoy, con el objetivo de estudiar los más recónditos secretos del universo, hasta llegar al mismísimo origen del mismo, es decir el descubrimiento y análisis de los vestigios del BigBan, o gran explosión creadora de todo lo que hoy conocemos y desconocemos.
Con 16 de las 66 gigantes antenas instaladas ya en Atacama, dará inicio el proyecto considerado como el observatorio terrestre más grande contruido a lo largo de la historia humana, con una dimensión de casi 6000 m2, y más de 15 km de fibra óptica que conectarán a las antenas entre sí. Las 66 antenas actuarán como una sola, para así amplificar su efectividad y nivel de distancia, lo que permitirá que puedan llegar hasta lugares inimaginables en los confines del universo.
Por el lado de Europa, el Observatorio Austral Europeo (ESO) será el encargado de la presentación e instalación de 25 de las 66 antenas que conforman el complejo en su totalidad. Una unión mundial muy acertada, que podría permitirnos conocer el origen y el sentido de todo lo existente; aunque claro está la fe de por medio, así que habrá polémica para rato.