Como ya es bastante conocido entre la comunidad de asiduos a los vídeojuegos, o los proclamados gamers, hace tres días llegó al mercad finalmente y luego de tanta espera, la nueva consola portátil de la gigante nipona Sony, llamada PS Vita, con unas características impresionantes como su pantalla táctil, conectividad social y gráficas sorprendentes nunca antes vistas en una portátil.
No obstante, Vita requiere obligatoriamente para su funcionamiento el uso de una tarjeta de memoria, donde instala datos de juego (como el caso de la PS3) y almacena los datos de la partida. Estas tarjetas de memoria vienen en capacidades de 4, 8 o 16 GB, con precios nada económicos de 20, 35 y 55 euros respectivamente.
Pero Sony ha recibido un gran número de críticas ya que por ejemplo uno de los juegos de lanzamiento de Vita, Uncharted: El abismo de oro, requiere instalar 3.4 GB de datos en la memoria, por lo que la capacidad de las tarjetas sencillamente se queda corta. Es por esto que un ejecutivo de Sony Computer Entertaiment en Reino Unido asegura que erraron al lanzar tarjetas de tan poca capacidad, por lo que quizás en poco tiempo lancen algunas con mayor capacidad, mientras el público espera que su precio no vaya a ser exorbitante.