Los ordenadores del futuro tendrán formas insólitas y flexibles, moldeables para ajustarse a cualquier forma y objeto.
El profesor de la Universidad Informática de Queen Roel Vertegaal desarrolla actualmente en su laboratorio prototipos de hardware «no plano», de tal forma que adoptarían formas flexibles y variables y, además, responderían al tacto o se modificarían de tal forma que la tecnología antes intransportable podrá guardarse en un bolsillo convertida en un aparente papel.