Muchas veces hemos hablado aquí mismo de las distintas alternativas que tenemos a mano cuando tratamos de recuperar archivos borrados. En efecto, es un problema con el que se encuentran a diario miles de personas. Y, si bien existen programas que han sido especialmente diseñados para ello, la verdad es que los resultados nunca suelen conformarnos al 100%. Por lo general, es imposible volver a disponer de todos esos contenidos. Pero, ¿qué ocurre cuando es la propia Justicia la que pretende recuperar esos archivos eliminados? Analicemos un poco los distintos escenarios que se plantean.
Lo primero que tenemos que saber es que, cuando quitamos un archivo de nuestra PC, esta nunca desaparece del todo. Con algo de técnica y bastante sacrificio, casi siempre vamos a poder tenerlo de nuevo a mano. Esto aplica desde documentos de texto hasta fotografías o vídeos. Sin embargo, uno tiende a preguntarse qué es lo que sucede cuando interviene la Justicia en su intento de aplicar una ley.
Con el rol central que juegan los ordenadores e Internet en nuestras vidas a día de hoy, no debería extrañarnos que muchos casos se puedan resolver a partir de la información que se encuentra en tales aparatos. Cualquier acusado, a sabiendas de ello, intentará eliminar los datos antes ante una investigación.
Cuestiones a tener en cuenta
Aquí hay que aclarar algunas cuestiones antes de continuar. Por ejemplo, solemos ver en series y películas que nadie puede meterse en nuestros dispositivos para buscar archivos eliminados, a menos que cuente con una orden judicial. En la práctica, no es tan así. Muchas veces existen vacíos legales que permiten que estos terminales se revisen lo antes posible, porque una sola hora podría cambiar el rumbo de una investigación. En países como el Reino Unido y los Estados Unidos, los funcionarios de Aduana, sin ir más lejos, tienen permiso para revisar equipos electrónicos sin una orden previa, si lo consideran necesario.
Una vez realizado este procedimiento, pueden obrar descargando esos contenidos en sus propios aparatos, e incluso incautándolos si creen que puede representar una amenaza contra la seguridad nacional.
Por supuesto, todo se hace bajo determinadas reglas pero, cuando en la frontera de alguno de estos países te piden que muestres el contenido de tus dispositivos, mejor que lo hagas. De nada te servirá clamar por tus derechos o algo por el estilo. Lo más probable es que termines ante la corte con una causa más grave.
¿Qué determina si podrán recuperar esos archivos eliminados?
Hay varios elementos que no podemos perder de vista. Primero, todo dependerá del tipo de disco que hayas estado utilizando. Luego, de si tenías algún sistema de cifrado para proteger tus datos sensibles. Aunque a día de hoy los discos SSD han reemplazado a los de tipo HDD, estas autoridades cuentan con mecanismos que les permiten recuperar archivos borrados bajo cualquiera de las circunstancias descritas.
Sin entrar en detalles acerca de qué es lo que sucede con un archivo cuando lo eliminamos de nuestro ordenador, basta con decir que la única forma de que no quede rastro de ellos, es que se escriba algo encima del espacio que ocupaban. Si esto no ocurre, incluso programas sencillos como Recuva podrán recuperar parte de esa información. Imaginemos lo que pueden hacer los softwares mucho más avanzados que utilizan las fuerzas del orden y los representantes de la Justicia.
No obstante, es cierto que, si por algún motivo sospechas que tus ordenadores van a ser requisados, conviene que utilices SSD y no HDD. Estos discos más modernos hacen mucho más complicada la recuperación de los datos por su propio mecanismo de funcionamiento.
Conclusiones
A modo de resumen, si la Policía o cualquier otra fuerza está interesada en recuperar archivos que hayas eliminado, podrá hacerlo siempre y cuando disponga de acceso al espacio de almacenamiento utilizado originalmente. Sí puedes complicarle un poco las cosas, utilizando tecnologías de cifrado o discos SSD.
Claro que aquí también entran en juego los recursos con los que cuenta la Justicia en cada nación. No es lo mismo enfrentarnos a los departamentos informáticos de los Estados Unidos o el Reino Unido que a los de algunos países latinoamericanos o africanos. Sin embargo, es mejor que tampoco a éstos los pongas a prueba. Sólo en Inglaterra y Gales se considera que hay miles de teléfonos pendientes de una revisión. Sus contenidos podrían poner contra las cuerdas a los propietarios.
Para evitar eso, en países como los Estados Unidos se realizan juicios abreviados. En determinados casos pueden jugarte a favor y, en otros, en contra. Pero mejor no pasar por esa experiencia.