Mientras la población mundial continúa creciendo exponencialmente, la cantidad de personas que viven en áreas urbanas se multiplica más rápido que el promedio mundial. De hecho, se calcula que más del 50% de la población de todo el planeta habita en grandes ciudades. Hasta se ha adoptado el concepto de megaciudad para describir a las urbes del futuro que, en muchos casos, superarán cómodamente los 10 millones de habitantes. Ahora bien, en este contexto, ¿la tecnología puede ayudar a hacer ciudades sostenibles, que brinden buenas condiciones de vida?
La primera respuesta es que sí. Y ocurre que, al mismo tiempo que las necesidades básicas de quienes residen en estas metrópolis se agudizan, la tecnología va modificando la forma en la que interaccionan con sus desechos, con los medios de transporte, la contratación de servicios y, básicamente, todos los aspectos de su vida.
En este sentido, son muchos los expertos que consideran que las nuevas tecnologías deben jugar un rol preponderante pensando en la creación de ciudades verdes y autosuficientes. Es decir, que puedan ofrecer soluciones colectivas de la misma forma en la que tienden a brindar soluciones individuales a los usuarios.
Cómo propiciará la tecnología el desarrollo de ciudades sostenibles
Diseño urbano con enfoque verde
El diseño urbano será una de las cuestiones esenciales que las megaciudades deben discutir en estos tiempos. El diseño e infraestructura urbana verde se refiere a todo tipo de elementos del paisaje urbano estratégicamente interconectados o independientes. Pero, a diferencia de los que vemos en las ciudades actuales, persiguen un objetivo con evidentes beneficios para con el medio ambiente. Por caso, los jardines en las azoteas.
Lo interesante del asunto es que, en ocasiones, todos los cometidos pueden cumplirse al mismo tiempo. Así como hay necesidades de levantar edificios en zonas céntricas, pueden crearse jardines verticales sobre las paredes o laterales. Esto genera un mayor oxígeno que el de los edificios actuales, por lo que podría haber un entendimiento.
Mejorar la gestión de residuos
La gestión de residuos es una de las funciones centrales de los gobiernos locales. A mayor cantidad de residentes en cualquier localidad, mayores serán las demandas que soporten estos sistemas también. Por eso es importante reunir tanto un mejor mecanismo de recolección y reutilización de los residuos, como concienciar a los consumidores.
Lo ideal sería conseguir un modelo de recolección de residuos universal basado en tecnología, que aproveche los datos que obtienen las empresas para alcanzar una eficiencia superior. Eficiencia que se traduce tanto en mecanismos de tratamiento de los desechos más seguros, como también una reducción de las emisiones de CO2.
Incentivos de viaje ecológicos
Los programas de incentivos han dado muy buenos resultados a algunas compañías privadas. Por esta razón, no sería extraño que puedan funcionar igual de bien para que los estados obtengan ventajas. Si de esta manera se convence a los habitantes de las ciudades de optar por bicicletas, bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos o motocicletas eléctricas, o incluso por el transporte público, en lugar de coches particulares, eso podría cambiar definitivamente los problemas de embotellamientos y tráfico de las grandes ciudades.
Más estaciones de carga de vehículos eléctricos
Aunque España se sigue mostrando demasiado rezagada en este sentido, muchas metrópolis del mundo ya son pioneras en la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, sobre todo los de acceso público. Si a eso le sumamos los reembolsos fiscales que ofrecen algunos gobiernos para sus ciudadanos que adquieran automóviles o furgonetas eléctricos en lugar de los tradicionales de gasolina o diésel, allí hay otra ganancia.
De cara al mundo post Covid-19, los vehículos eléctricos y de hidrógeno están llamados a dominar el mundo.
Otra producción de alimentos
La actual cadena de producción de alimentos, que pone precios caros a medio mundo e inaccesibles para la otra mitad de los seres humanos, mientras destruye la Tierra, es ya inviable. El coronavirus y la creencia de su aparición como consecuencia del consumo de animales sin respeto por las más mínimas normas de higiene han vuelto a poner en el tapete esta cuestión. Es algo similar a lo que ocurre con la obtención de la energía.
En conclusión, es indudable que la tecnología puede ayudar a hacer ciudades sostenibles. No sólo eso, sino que hemos repasado algunas de las vías a través de las cuales puede hacerlo. Vías que son mucho más numerosas, desde luego. Pero que nos dan una idea del potencial que tienen los nuevos productos y servicios de cara al cuidado del medio ambiente. Esperemos que, de una vez por todas, las autoridades mundiales lo entiendan igual.