Hace ya varias semanas nos preguntábamos si no era el momento de las monedas estables descentralizadas. Pues bien, el interés por los nuevos conceptos financieros no deja de crecer en todo el mundo, especialmente ahora que nos encontramos en un especie de encrucijada. Una encrucijada en la cual muchas de estas ideas, como las de DeFi o CeFi se están volviendo habituales, y comprenderlas será fundamental para nuestra economía personal.
El caso es que la mayoría de nosotros apenas tenemos un acercamiento a estas nociones durante nuestros años de formación. Casi nadie aprende efectos de la economía real en la escuela. Y si los aprendemos, con el dinamismo propio de estos tiempos, han quedado en el pasado. Sobre todo si sólo se relacionan con la escuela de economía austriaca, por citar un ejemplo. Por este motivo, la mayoría de los individuos que se transforman con la adultez en personas de trabajo, ahorro y consumo, deben comprender rápidamente cómo funciona el sistema de divisas.
A final de cuentas, todos nosotros utilizamos dinero a diario. Pero tenemos poquísimas herramientas para comprender y explicar cuáles son las bases que respaldan su valor.
DeFi. CeFi y otros términos que se vuelven comunes
En días en los que se habla de El Gran Reinicio en el Foro Económico Mundial, algunas de las súperpotencias mundiales parecen estar varios años adelantadas a otras. Muchos consideran que las grandes instituciones financieras o los gobiernos de las principales naciones llevan años experimentando al respecto. Eso les daría una enorme ventaja respecto del movimiento DeFi al que tenemos acceso los usuarios.
Y mientras las élites trabajan para restablecer la economía global en su beneficio, a diario observamos cómo van surgiendo nuevas empresas de criptografía que se encargan del desarrollo de servicios que tienden a competir directamente con los bancos centrales de los países del mundo. Estas monedas, que no están sujetas a entes gubernamentales de ninguna nación, forman parte de lo que se denomina «finanzas descentralizadas».
Además, en este sistema completamente nuevo, los usuarios pueden pedir dinero prestado o llevar adelante sus ahorros de forma descentralizada. Ya no importa si pueden recurrir a un banco cumpliendo determinados requisitos. Ahora bien, es cierto que siguen siendo estas instituciones las que imprimen los billetes, pero las finanzas DeFi están produciendo tecnológicas inéditas, en las que se generan criptomonedas al alcance de cualquier interesado.
La próxima evolución del sistema financiero
Los historiadores cuentan que, alguna vez, usamos el oro como moneda universal porque era escaso. Justamente a partir de esa imagen se produjo la aparición del Bitcoin. En aquel momento, los Medici descubrieron que quienes ahorraban en oro no lo reclamarían todos al mismo tiempo. Por lo que comenzaron a ofrecer préstamos a las personas, incrementando su fortuna sin tener capacidad de respaldo, al menos en un inicio. Basados en la confianza.
Si echamos un vistazo al pasado, podemos comprender el surgimiento de algunas aplicaciones DeFi de las que más entusiasmo generan actualmente. Muchas de ellas, de hecho, incluyen beneficios como tasas de interés descentralizadas, liquidez, estabilidad en el tiempo. Si, por ejemplo, hemos ahorrado 10.000 dólares y lo llevamos al banco, al cabo de un año es probable que tengamos el mismo dinero. O menos. En cambio, si invertimos esa suma en plataformas DeFi, al cabo del mismo período habremos incrementado la cifra en un 3% o 4%.
¿Y qué pasa con los actores de toda la vida? Si bien, como decíamos, puede que lleven años experimentando con estas tecnologías, está claro que no se lanzarán al abismo sin la certeza de que funcionan. Por lo tanto, podemos esperar de entidades bancarias tradicionales y gobiernos, únicamente soluciones que emulen a las que ya conocemos de parte de los privados. En ese sentido, existe una diferencia de desarrollo de dos o tres años.
El futuro de las finanzas descentralizadas
De cara al futuro de DeFi y CeFi, aún ha muchas cuestiones que no tenemos en claro. Sin ir más lejos, existen asuntos como Ehereum 2.0, de cuyo éxito o fracaso dependerá todo lo que ocurra con esta cadena de bloques. También está por verse cuál es la reacción de los bancos y las instituciones que suelen regular el dinero al estilo del siglo pasado, en cuanto a la proliferación de estos mecanismos DeFi.
De todas maneras, está claro que se trata de una industria que recién se está conociendo a sí misma. Una que poco a poco comienza a entender cuáles son sus límites, tanto para lo bueno como para lo malo.
Mientras tanto, muchos expertos y emprendedores criptográficos creen que es fundamental educar al público sobre DeFi para ayudarlos a comprender por qué esta nueva tecnología podría beneficiar la vida cotidiana de las personas. O perjudicarles. Y luego están los que simplemente no quieren lidiar con una tecnología que está descentralizada.
Asimismo, hay voces que aseguran que el mercado de DeFi se beneficiará de la incorporación de elementos más propios de esa vieja guardia. Allí es donde entra en juego la tan prometida combinación de DeFi y CeFi.
¿Qué más te gustaría saber sobre DeFi, CeFi y estos nuevos conceptos financiero?
Muy interesante lo expuesto. Soy abogado, por lo que quisiera obtener información relacionada al ámbito legal de la industria DeFi. Desde ya, se agadece.
Muchas gracias.
Hola Sergio, qué tal? Nos alegra que te haya interesado el artículo.
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