OCZ es uno de los primeros fabricantes en lanzar la innovación más destacada en memorias flash de los últimos años: añadir una interfaz eSATA.
Este cambio permite multiplicar hasta por tres las velocidades de lectura de los pendrives USB más rápidos del mercado.
No sólo eso, sino que la interfaz eSATA es tratada por la placa base de manera idéntica a una unidad de disco interna.
El resultado de sumar velocidad y forma de identificar a la unidad es que es una unidad eSATA, entre otras cosas, puede albergar un sistema operativo alternativo al principal y operar a velocidades completamentes equivalentes.
La limitación del producto es, precisamente, su innovación: los equipos con interfaz eSATA son todavía minoritarios en el mercado, al haberse introducido hace poco.
Por eso la unidad incorpora un cable USB, para proporcionar alimentación a través de una entrada USB del PC.
Cuando finalmente se implemente USB 3.0, se supone que las velocidades de transferencia van a ser hasta de 400 mb/s, pero todavía no han salido al mercado productos que lo implementen ni se los espera a corto plazo.
En ese plazo, las alternativas disponibles son USB 2.0 o eSATA, con lo que la única pregunta realista es si merece la pena el extra de velocidad que aporta el eSATA.
Por ahora está disponible en capacidades de 8, 16 y 32 GB únicamente.
Su precio en el mercado ronda los 109,95 euros y puedes adquirirlo en OCZ.