¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los hábitos que definen a los creadores de productos altamente efectivos? Pues bien, aunque resulta obvio que cada uno de ellos tendrá su propia libreta con apuntes, tampoco podemos perder de vista aquellos comportamientos que los asemejan, y pueden darnos algunas pistas acerca de cómo deberíamos manejarnos, siempre que intentemos desarrollar productos que interpelen al público.
En las siguientes líneas, entonces, vamos a analizar algunas de las características habituales en las que coinciden fundadores, desarrolladores, gerentes y diseñadores de toda clase de productos que alcanzan el éxito.
Creadores de productos efectivos, ¿cuáles son sus claves?
Resolver sus propios problemas
Cuando se trata de encontrar ideas de productos para construir, es importante pensar en los problemas a resolver más que en grandes inventos que cambien la historia de la humanidad. El experto Michael Seibel, de Y Combinator, considera que lo mejor es «trabajar en un problema con el que tengamos experiencias personales».
Básicamente, cuando optas por esta alternativa, te encuentras con un problema real que tiene la gente. Puedes evaluar de forma correcta cuál de las soluciones funciona mejor, te transformas en el primer usuario en probarlo, y también puedes sentirte más desafiado si eso optimiza tu calidad de vida.
Primero los usuarios, luego las herramientas
Cuando los creadores se sientan a planificar sus próximos productos, algunas de las cuestiones sobre las que suelen debatir están asociadas con el uso de códigos, Inteligencia Artificial, y otras herramientas que son importantes, pero sólo un complemento de los verdaderos actores en este tipo de casos: los usuarios.
Por lo tanto, las preguntas bien enfocadas que deberían hacerse son más acerca de quién tiene esos problemas. Qué pretenden que logren los usuarios, cuáles son las alternativas o soluciones actuales y por qué no funcionan, etc.
Este enfoque consiste en priorizar las necesidades de los usuarios como punto de partida. Y, luego, trabajar hacia atrás para ofrecer las soluciones técnicas a ese problema que tienen los mismos usuarios. No al revés.
Ante la duda, habla con tus clientes
Para corregir todo el tiempo tu búsqueda, como parte del proceso de investigación y descubrimiento de clientes, tienes que generar un prototipo de usuario ideal o pretendido. Gracias a ellos podrás reforzar los puntos fuertes que tiene actualmente tu oferta como, así también, modificar aquellos percibidos como débiles.
Lo más conveniente, en este sentido, es planear una toma de contacto con esos clientes. Repetirles a todos las mismas preguntas, consultarles sobre los mismos aspectos, para así poder valorar sus devoluciones.
Priorizar las soluciones urgentes
Una de las cualidades más salientes de los creadores de productos altamente efectivos, es que saben exactamente en qué momento dejar de lado algunas de sus ideas no tan fundamentales. Lo hacen para centrarse en aquellas que requieren de una llegada al mercado urgente. Comenzar por lo que necesita de una introducción inmediata te permitirá hacerte un hueco, desde el cual luego puedas ir presentando otros productos y servicios.
¿Y cómo crear una hoja de ruta de productos priorizando lo importante? Volvemos un poco entonces a los puntos anteriores. Habla con tus usuarios, para que ellos te manifiesten qué es lo que realmente les hace falta.
Aprovecha los elementos ya existentes
Cuando un producto está dando sus primeros pasos, no es necesario pasarse meses codificándolo. A final de cuentas, sólo estás probando algunas ideas que no sabes si se transformarán en algo concreto. Por este motivo, en vez de perseguir la herramienta de moda o lenguajes de programación avanzado que te quiten tiempo, aprovecha las plataformas existentes para centrarte en el producto. Ya llegará el momento de invertir en estas plataformas.
No descuides proyectos paralelos
Existen ciertos sitios como Carrd o Notion que te ayudarán a seguir tus progresos en proyectos paralelos. Todo esto, mientras aquel que has delimitado como el principal continúa con su rumbo. Así podrás documentar todos los aprendizajes que hayas obtenido en el camino, recordando cómo comenzaste y hasta dónde has llegado.
Crear tu propia audiencia
Tener una audiencia no sólo es esencial. Muchas veces, incluso, está primero que tener ese producto que tanto buscas. Si puedes producir una base de usuarios o clientes potenciales antes de lanzar el producto, mediante una campaña de marketing o con el apoyo de alguna empresa, éste llegará al mercado ya con una ventaja clara.
De hecho, no quedan dudas de que es más costoso adquirir clientes desde cero que comercializar a una audiencia existente con la que ha establecido relaciones cercanas. Si, además, has aprovechado las devoluciones y consultas de ese público antes de lanzar tu producto, mayores son las probabilidades de un impacto positivo con su llegada.
Cuando hablamos de aumentar la audiencia, nos referimos a compartir los avances del proyecto a través de redes sociales como Twitter, en artículos de Medium o distribuyendo contenido por intermedio de Substack, entre otras.