En la compra de un ordenador hay que recopilar el máximo de información posible antes de lanzarse a la adquisición.
De no ser así, puede ocurrir que acabemos con un equipo que no responde a la realidad de nuestras necesidas mínimas.
En el caso de modelos muy especializados, esta discrepancia entre lo que necesitamos y lo que compramos se hace aún más notable.
Los netbooks, por ejemplo, han sido los más vendidos en los últimos meses, pero también los que han tenido una tasa de devoluciones más elevadas.
Aparentemente, son iguales a cualquier portátil, pero siendo más diminutos. En la práctica, presentan limitaciones que para muchos usuarios no verán compensadas por su innegables virtudes.
La pantalla de sólo 1.024 x 600 puntos o un rendimiento modesto en apartados multimedia o para juegos son obstáculos que impiden que el mercado residencial los acepte generalizadamente, salvo como un segundo o tercer ordenador.
Es fácil que un netbook se convierta en el favorito una vez que se sale de casa, pero que al mismo tiempo ni se toque una vez que se entra de nuevo en el hogar hasta el día siguiente.
Las dudas son evidentemente las necesidades del usuario y cada cual tiene un presupuesto más alto o más bajo para adquirir un notebook o un netbook.