Internet es un mundo digital lleno de contenido que se expande por todos los países. Se puede hallar contenido en cualquier idioma, formato y de acuerdo a las consideraciones de los autores o redactores de la red.
Sin embargo, dependiendo del lugar en donde nos encontremos, al navegar con un buscador y entrar a una página web, puede que nos aparezcan mensajes que indican que la web se encuentra prohibida o está bloqueada en la región. Y puede resultar bastante frustrante si la web a la que se quiere acceder contiene la información que buscamos después de una larga búsqueda.
Esto ocurre principalmente porque hay sitios web que tienen una configuración de acceso. De tal forma que solo aquellas sesiones que ingresan con IP y ubicaciones determinadas pueden ver el contenido.
También puede suceder que las páginas sean bloqueadas por restricciones políticas o porque contengan material que no es apto para el público.
Algunas de las webs más bloqueadas son aquellas que contienen descargas ilegales, tal como las de torrent; están las restringidas por hablar mal de partidos políticos y otras que infringen copyright y derechos de autor.
Esta es una de las estrategias de censura que realizan los países para reducir la piratería, pero también para mejorar la imagen de sus políticos o cualquier otro fin importante.
Cuando se presentan estos problemas, la mejor forma de solucionarlo es a través del uso de un VPN o un proxy. Son los métodos más rápidos y seguros para poder saltar los bloqueos que podamos tener. Sin embargo, hay otras maneras que se pueden intentar y que no toman mucho tiempo para configurarlas:
Utilizar una VPN
Si bien ya lo mencionamos en el párrafo anterior, vale la pena explicarlo.
La VPN es un software que se utiliza para encriptar el tráfico online, de tal forma que sea más difícil rastrear de dónde proviene un IP o de dónde se está accediendo a una web.
Hay gran cantidad de conexiones VPN en el mercado, algunas gratuitas y otras en las que es necesario pagar una mensualidad. Aquellas de pago tienen servidores en varias partes del mundo, por lo que estando en USA podrás acceder a un servidor de Italia y entrar a las páginas de este país sin ningún problema.
Los que son gratuitos usualmente tienden a robar información importante de los que los usan. Además, colapsan constantemente debido a la gran cantidad de personas que los utilizan al mismo tiempo.
Acceder con la IP en vez del dominio
Al intentar acceder a una página web realmente estamos entrando a un IP en donde se ubica el sitio y todo el contenido que vemos.
Y como la mayoría de los bloqueos se realizan por DNS, es posible entrar a los sitios restringidos si conocemos la dirección IP. Para eso, es necesario entrar al símbolo del sistema y escribir “ping www.nombredelaweb.com” sin las comillas y presionar enter. Solo debes copiar la dirección que te genera y pegarla en el buscador como harías con una URL.
Debes tener en cuenta que los proveedores de internet bloqueen también de este modo, por lo que tendrías que utilizar la primera opción que comentamos, proxy o incluso ver la web con el caché de Google.
El traductor de Google
Puede que suene un poco insensato, pero este método resulta ser más efectivo de lo esperado.
Al colocar la URL bloqueada en el traductor y dejar que lo traduzca, dará como resultado otro link que en la mayoría de los casos no tendrá las restricciones del original, por lo que si haces click, deberías poder acceder sin ningún problema.
Cabe destacar que en muchos casos no funciona, pero puede ser un “glitch” que nos beneficia.
Estos tres métodos te permitirán acceder a los sitios web con restricciones desde el país en el que te encuentres.
Debes tener en cuenta que muchas de estas restricciones se deben a que muchos sitios no son seguros o contienen información que no todas las personas deberían ver.
Además, muchos de los programas gratuitos para saltar las restricciones no cumplen las funciones que prometen. Esto debido a que en ocasiones lo que buscan es afectar al usuario. Por eso, es mejor evitarlos.