Mucho estuvimos hablando en las últimas semanas acerca de las nuevas consolas de Sony y Microsoft, sus características, su potencial en general, y los juegos disponibles para cada una de ellas. Por supuesto, a medida que pasa el tiempo, nos enteramos también de cuestiones que tienen más que ver con el uso diario. Y, a raíz de un reciente estudio, queremos detenernos en las noticias sobre el consumo energético de PS5 y Xbox Series X.
¿Qué revela esta investigación?
En primera instancia, y casi a modo de conclusión prematura, podemos decir que tanto la PlayStation 5 como la Xbox Series S usan significativamente más electricidad que sus predecesoras siempre que ejecutan juegos que han sido diseñados para ellas mismas. Así, al menos, lo indica un informe del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Los especialistas de este organismo que lucha por el medio ambiente descubrieron que, si bien las nuevas consolas necesitan de menos energía que las antiguas cuando ejecutan títulos de generaciones pasadas o al reproducir aplicaciones multimedia, requieren de un mayor consumo en condiciones de uso «normales».
El consumo energético de PS5 y Series X, con más sombras que luces
Este mismo análisis, cabe destacarse, se realizó también en 2013 con las llegadas de las PS4 y Xbox One. Comparando las nuevas consolas con aquellas, desde NRDC elogian los modos de bajo consumo de las nuevas máquinas de Sony y Microsoft. Sin embargo, critican a las compañías por no hace de esa la configuración predeterminada. Además, señalan que el modo Instant-on de las Xbox consume demasiado.
Lo más curioso del caso es que las pruebas se realizaron, en verdad, con una PlayStation 5 y una Xbox Series S, que tiene menos potencia de procesamiento que una Xbox Series X, y tampoco posee una unidad de disco óptico. Integrantes del grupo explicaron que no les fue cedida una Series X para sus pruebas. Al mismo tiempo, se sabe que Microsoft ha evitado proporcionar cifras oficiales acerca del consumo energético de Series S y Series X.
En el caso de la PS5, que sí pudo ser revisada a fondo, desde NRDC consideran muy interesante su modo de espera. También creen que el DualSense de esta consola consume menos que el nuevo gamepad de Xbox.
En lo que sí destacan ambas, como decíamos antes, es en el consumo asociado a la retrocompatibilidad de juegos y la reproducción de contenidos multimedia, por ejemplo a través de apps dedicadas a ello.
Conclusiones
En resumen, podríamos decir que tanto Sony como Microsoft parecen un poco más comprometidas a cuidar el medio ambiente de lo que demostraban allá por 2013. Así lo refleja que algunos de los usos secundarios de sus nuevas consolas apenas requieran de energía para brindar sensaciones positivas.
Por supuesto, aún tienen mucho que mejorar porque la potencia de las máquinas crece con cada generación, y el consumo está acompañando ese crecimiento. Dicho esto, y a la luz de los resultados vistos, la japonesa ha hecho un mejor trabajo que la norteamericana al respecto aunque, esperemos, en el futuro afinen sus desarrollos.
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