Mientras los últimos movimientos de grandes multinacionales están allanando el camino para que cualquier usuario consiga acceso a sus productos y servicios aprovechando las criptomonedas, muchos profesionales comienzan a preguntarse cuándo veremos el techo definitivo de Bitcoin. Después de todo, de eso dependen las ganancias que los especuladores puedan obtener, y las operaciones futuras de los principiantes que quieren darle una oportunidad.
En cualquier caso, primero que nada tenemos que detenernos en aquellos que siguieron apostando por el Bitcoin cuando la divisa apenas había superado los 1.000 dólares. Mientras algunos les decían que era el momento preciso para deshacerse de ella, su perseverancia les ubicará a todos con enormes sumas, sólo por haber sabido esperar.
Dicho esto, podemos tener en cuenta cómo han trabajado en todo este tiempo los Hodlers. Para quienes no lo sepan, en la jerga de las criptomonedas, se denomina de esta manera a quien mantiene sus activos en lugar de venderlos. Echándoles un vistazo a ellos, podemos darnos una idea mucho más precisa.
Es así que aparecen los gráficos de ondas HODL. Basta prestarles atención durante unos segundos para conocer cómo son los movimientos que los Hodlers han realizado a lo largo del tiempo… y cuando tienden a vender.
¿Qué conclusiones nos ofrece esta información?
Revisando entonces los gráficos, tenemos que hubo dos momentos muy específicos en los que los Hodlers se deshicieron de sus activos. Son los eventos que se conocen como la corrida de toros de 2013 y la corrida de toros de 2017. Podemos notar, en ambos casos, que las líneas que refieren a los Bitcoins más antiguos, los que se sostenían desde precios mínimos, bajan poco antes de que la moneda virtual alcance su valor máximo previo a una caída.
Entonces la pregunta que debemos hacernos es bastante simple: «¿hay indicios de que se estén repitiendo circunstancias en las que los Bitcoins más antiguos comienzan a ser vendidos?» Una primera hipótesis nos permite sugerir que sí, que el dinero digital inteligente está comenzando a ser vendido.
También tenemos grupos específicos, como el de las personas que entraron al Bitcoin cuando algunos ya estaban vendiendo tras el entonces máximo histórico entre finales de 2017 y 2018. Esas personas, que atravesaron fuertes caídas en su valor, probablemente serán las primeras en vender cuando hayan recuperado la inversión.
Para hacerlo más fácil, nos servimos de otros gráficos en los que podemos ver el porcentaje de Hodlers o Bitcoins que no se han movido en más de un año. Estos datos también pueden facilitarnos las cosas.
Para 2013, la cifra más alta alcanzada 1 año antes del máximo de Bitcoin previo a la caída, era del 48% de ellos. Cuando efectivamente se produjo ese máximo, apenas quedaban un 39% de esos tenedores, dentro del fenómeno que se conoce como burbuja roja. Para 2017, la estadística habla de un máximo de 61% un año antes, y de un 44% para el momento en el que se alcanzó el máximo histórico. ¿Y ahora?
El techo de Bitcoin podría estar más cerca de lo que pensamos
Pues bien, del último año a esta parte nos encontramos con que un 63% de quienes poseen Bitcoin no se han movido. Es una cifra levemente superior a la de 2017, y bastante superior a la de 2013, algo lógico.
Pero ahora surge un inconveniente, y es que no tenemos una noción exacta acerca de cuándo se producirá el precio máximo de Bitcoin. Por lo tanto, no podemos ser concluyentes en este sentido en particular. Recién cuando se produzca una nueva tendencia alcista, podremos saber qué tan fiables son esos porcentajes anteriores.
El prestigioso Ben Lilly, por ejemplo, cree que los primeros indicios de caídas en el precio de Bitcoin se producirán para el mes de agosto de 2020. O, en cualquier caso, cuando los poseedores de Bitcoin inteligente se encuentren en torno al 47/48%, mucho más cerca de lo ocurrido en 2013 que en 2017.