Mientras muchos aún nos preguntamos cuándo veremos el techo definitivo de Bitcoin, y se multiplican las grandes firmas que han apostado por esta criptomoneda en los últimos tiempos, es hora de que conozcamos un poco más a fondo cuáles son los planes que los distintos gobiernos tienen acerca de la divisa digital de mayor aceptación. Justamente por ello es que, hablando de la adopción de Bitcoin, veremos qué tienen para decir los países.
Lo primero que debemos tener en cuenta en este sentido es que, como decíamos, gracias a la inversión de Tesla y otros tantos movimientos de mercado reciente, el valor del Bitcoin se ha disparado. No son pocos los analistas que sostienen que aquellas naciones que antes actúen en este sentido, podrán obtener una posición de privilegio de cara al futuro. Ahora bien, como siempre sucede, la cuestión está en ver cuál se lanza antes a estos mercados.
Adopción de Bitcoin: los métodos que manejan los países
Hasta el momento, hemos visto cómo las autoridades de distintos estados alrededor del mundo se han ocupado de la adopción de Bitcoins y criptomonedas sustancialmente de tres formas distintas:
- Suiza y Liechtenstein: mediante la adopción total y abierta, generando negocios y empleos
- EE.UU. y Europa: mediante la regulación del sector, aunque manteniendo ciertas permisiones
- China, la India o Nigeria: mediante la prohibición total o parcial de las criptomonedas
A todo esto, hay que sumarle las distintas campañas que se llevan a cabo a través de los diarios, las radios, la televisión y las páginas web. Los principales medios de comunicación siempre obedientes, incuestionables y corruptos, suelen prestarse a presentar las criptomonedas de acuerdo a los intereses de los gobernantes.
Eso, incluso, cuando cualquiera que sepa un poco de historia monetaria y economía sabe muy bien que el dinero fiduciario controlado por el gobierno es la herramienta que permite a las élites políticas y financieras un control totalitario, aunque indirecto, sobre la economía y la expropiación de recursos.
No son pocos los que piensan, de hecho, que mientras las grandes cadenas nos hablan de los peligros de las monedas virtuales, los bancos centrales irán pronto a por los Bitcoins para hacerse de ellos.
¿Qué sucede con las economías emergentes?
Mientras las potencias de siempre intentan hacer valer su preponderancia manifiesta, los expertos se mantienen expectantes acerca del rol que jugarán las economías emergentes. Considerando que el Bitcoin es el abanderado de un cambio de época, para muchos de estos países representa una oportunidad de reconsiderar su ubicación en el mapa mundial del poder. Claro que todo dependerá de cómo afronten la presencia del Bitcoin.
Por un lado, la ventaja de estos países es que varios de ellos no se encuentran inmersos en los ciclos de control que hemos señalado previamente. Por otro, la desventaja es que sus economías suelen estar atadas al dólar, y cualquier desestabilización de la norteamericana, involuntaria o voluntaria, puede hacer tambalear sus cimientos.
En este punto, esos países tienen dos alternativas. La primera sería seguir a China, la India o Nigeria, regulando al extremo y hasta prohibiendo la tenencia de criptomonedas. Están quienes consideran que, de hacer eso, se estaría perdiendo una chance comercial única y multimillonaria, además de exponerse a riesgos geopolíticos.
Por otro lado, pueden seguir el camino de países más progresistas y, por lo tanto, ponerse a la vanguardia de un movimiento tecnológico que traerá beneficios económicos masivos a las naciones y, al mismo tiempo, fortalecerá su moneda fiduciaria, al hacerla intercambiable con monedas estables y criptomonedas extranjeras.
La elección de hoy, el escenario de mañana
En cualquier caso, la elección que los políticos locales tienen que hacer, inevitablemente prepara el escenario para un nuevo nivel de competencia entre países. Se sentarán las bases para que, en los próximos años, resulten los mejores sitios no sólo para los tenedores de criptomonedas, sino también para el desarrollo de capital humano.
Por ejemplo, el empresario y emprendedor indio Balaji S. Srinivasan, ha asegurado recientemente que «India está a punto de prohibir una industria de un billón de dólares en lugar de usarla para fortalecer su seguridad nacional, economía, moneda, tecnología y política exterior», lo que considera un grandísimo error estratégico.
Si bien Suiza y Liechtenstein siguen siendo muy buenos ejemplos de lo que se puede lograr adoptando las criptomonedas, las economías emergentes no lo tendrán tan fácil. Sin embargo, su oportunidad de crecimiento, por los mismos motivos, es mucho más importante que la de esas naciones habitualmente estables.
En resumen, no sería descabellado suponer que quienes lideren la adopción de Bitcoin en estos tiempos, sean los países líderes económicamente en una década. Al menos, si su expansión sigue el camino que casi todos auguran.