Cuando elegimos una de entre todas las ofertas de Internet y fibra disponibles en la actualidad, que no son precisamente pocas, lo que buscamos es acceder a la mejor experiencia de uso y navegación que sea posible. Siempre que ello no ocurra, tenemos que saber que entran en juego factores que van mucho más allá del servicio. Por eso, a continuación te nombraremos algunos consejos para disponer de una buena señal de Internet y mejorar la cobertura en casa. Te enseñamos qué deberías hacer en esos casos.
En líneas generales, podemos decir que la tecnología WiFi es extremadamente útil, pero también muy propensa a causar toda clase de inconvenientes relacionados con su calidad de señal. Por ejemplo, éstos:
- Distancia: cuanto más nos alejamos del router, menos cobertura y velocidad notamos
- Obstáculos: las paredes y muros tienden a afectar fuertemente la intensidad de la señal, por lo que la navegación y uso será más deficiente
- Electrodomésticos: inevitable su presencia en nuestro hogar, algunos generan ondas que perjudica la calidad de la señal del WiFi
- Redes en conflicto: emitir en el mismo canal que otras redes pueden llegar a incidir, para mal, en su capacidad
Considerando todos estos potenciales problemas, queremos ofrecerte algunos trucos simples, que incluso los novatos pueden llevar adelante, pero que cambiarán para siempre la forma en la que percibes tu señal de internet.
Por otro lado, éste es el modo de darte cuenta que hasta la fibra más barata puede ser suficiente en tu vivienda, y no hace falta que estés malgastando dinero cuando la solución a la cobertura limitada está en tus manos.
2.4 Ghz o 5 Ghz, la primera elección
Comenzamos por aquí porque se trata de un aspecto fundamental de la interacción que obtengamos con nuestra señal. Debes saber que la mayoría de los routers modernos ofrecen la posibilidad de conexión WiFi mediante la banda 2.4 Ghz o 5 Ghz. Las primeras son las de toda la vida y prometen mayor alcance y estabilidad. Las segundas son más actuales y aseguran mayor velocidad pero a un rango de distancia más cercano.
Por lo tanto, lo primero que debes de hacer es comprobar si estás conectado a una red de 2.4 Ghz porque, de lo contrario, es posible que esas interferencias y microcortes sean una consecuencia lógica de una mala selección inicial. Obviamente, podrías utilizar sin problemas la banda de 5 GHz si te encuentras en la misma habitación del router.
A su vez, si estás en una conexión de 2.4 Ghz pero ves que la cosa sigue atascada, entonces lo que tienes que hacer es cambiar de canal. Como comentábamos al principio, moverte dentro de un canal saturado, el mismo del que se sirven otras redes en tus inmediaciones, repercutirá negativamente en tu cobertura.
Existen aplicaciones que te permiten llevar a cabo este procedimiento, y generalmente las mismas empresas que te proveen el servicio de Internet facilitan paneles de gestión muy completos e intuitivos. Además, también puedes cambiar de canal accediendo a la configuración del router mediante la puerta de enlace.
Ahora sí: consejos para disfrutar de una buena señal de Internet
La ubicación del router
Sin darle más vueltas al asunto, el sitio ideal para colocar el router es el punto más central de tu vivienda, oficina o local comercial. Matemáticamente, eso acorta las distancias con los lugares más alejados de los distintos ambientes. Es una pena, pero no siempre es posible conseguir esta ubicación, aunque tenemos otras salidas.
Por lo pronto, vamos a sugerirte que intentes elevar el router del piso, para quitarle algunos obstáculos comunes como muebles y demás. En la medida de lo que tus posibilidades lo permitan, también aléjalo de otros aparatos electrónicos que emitan señales electromagnéticas, como otros routers, descodificadores, teléfonos, consolas, etc.
No descartes usar amplificadores Wi-Fi
Si el trecho entre el punto más central de tu vivienda, oficina o local comercial y los lugares más alejados de los distintos ambientes es demasiado grande, puedes adquirir los conocidos repetidores o amplificadores WiFi.
Se trata de aparatos que han sido creados para aumentar la cobertura de Internet sin representar un desembolso de dinero demasiado exagerado. Básicamente, cada uno de ellos se conecta a la conexión WiFi del router, amplificando o repitiendo la señal para que llegue a nuevas zonas sin que haga falta solicitar otro router a la operadora.
Lo habitual es enchufarlos -porque necesitan corriente para activarse- a medio camino entre ambos espacios.
Si te has decidido a comprarlos, aprende a configurar correctamente un repetidor WiFi en este enlace.
Sistemas Wi-Fi Mesh, la última opción
Los sistemas Wi-Fi Mesh son una opción más costosa que los amplificadores y repetidores, pero también sus condiciones son mucho más interesantes. Alguno incluso puede cubrir hasta cientos de metros cuadrados.
La diferencia más saliente con los anteriores es que se conectan entre ellos, no al router o punto de acceso, lo que hace que la calidad de conexión y la velocidad de navegación sean muy superiores.
¿Qué otros consejos para disfrutar de una buena señal a Internet consideras importantes?