En estos tiempos en los que el Covid-19 y las necesarias restricciones a la movilidad para frenar el virus han cambiado la forma en la que consumimos y, por ende, la forma en la que producimos, muchísimas personas, tal vez también tú, apostaron por llevar adelante sus propias empresas y emprendimientos, intentando subsistir por sus propios medios, sin depender de nadie más. Claro, a medida que el éxito se presenta, aparecen nuevos conceptos de los que probablemente nunca antes habías escuchado hablar: SAE, IFS o ISO 9001.
Por eso queremos centrarnos un poco en este nuevo mundo de nociones básicas para el correcto funcionamiento de tu compañía, enfocándonos particularmente en qué es y para qué sirve la certificación SAE, el certificado IFS y el ISO 9001.
Certificación SAE, certificado IFS o ISO 9001, ¿por qué son claves?
En líneas generales, debemos decir que todas éstas son normas de cumplimiento efectivo. Estándares nacionales o internacionales a los que debes adecuarte para que las autoridades competentes del caso te den el visto bueno, y permitan que tu firma se desenvuelva dentro del ámbito que le corresponde.
Por supuesto, es importante aclarar que estos protocolos guardan diferencias sustanciales entre sí, por lo que creemos que lo más correcto es analizarlos por separados, para que te detengas en aquel que más te interesa.
Certificación SAE
El Certificado SAE o certificación SAE refiere a un «Sistema de Autocontrol Específico», un requisito imprescindible para todas las compañías que pretendan exportar sus productos de origen animal al extranjero.
En un mercado cada vez más global como el actual, es común que los distintos países negocien entre ellos materias primas o productos finales. Por eso, las empresas que participan de estas transacciones deben mostrar su valía.
Para ello, se le exige el puntual cumplimiento de una serie de requisitos de trazabilidad y de sanidad animal, que tomarán mayor trascendencia cuando no sean equivalentes a los de las leyes europeas.
Este certificado es emitido por un Organismo Independiente de Control (OIC) autorizado por la Dirección General de Sanidad de la producción agraria (DGSPA). Ofrece una validez de tres años, con auditorías anuales.
En cuanto a sus beneficios, podemos mencionar el acceso a nuevos compradores, la optimización de los procesos de control sanitario, la mejora de la imagen de marca y la garantía de la certificación, etc.
Certificado IFS
El certificado IFS o «International Food Standard» es un sistema de seguridad en torno a los alimentos. Fue promovido las asociaciones de distribuidores de Alemania, Francia e Italia, a los que luego se sumó Holanda.
Éste surge frente a la necesidad de disponer de criterios comunes de calidad y seguridad alimentaria. Gracias a ello, es posible agilizar los procesos de importación y exportación de los distintos productos que serán comercializados.
Dedicado específicamente a la industria alimentaria, es un sello distintivo para fabricantes y envasadores. Su aplicación se lleva adelante cuando existe el riesgo de contaminación de algún alimento en medio del envasado.
Hay que tener en cuenta, además, que existen diferentes versiones de la norma IFS, cada una de ellas con sus propias características. Incluso, hay una variante para los distribuidores, la denominada IFS logistics.
Entre los objetivos del protocolo, tenemos el establecer un punto común de evaluación de la industria alimentaria, el trabajar con entidades acreditadas y auditores calificados, y el reducir costes y tiempos a los eslabones de la cadena.
ISO 9001
La ISO 9001 es otra norma internacional que toma en cuenta las actividades de una organización. Pero, a diferencia de las anteriores no se ciñe únicamente a un sector, sino que tiene influencia sobre todos ellos sin distinción.
Ahora mismo, más de un millón de firmas en todo el mundo están certificadas ISO 9001. Por eso es una de las instancias de aprobación más conocidas, corroborando la capacidad de producción y satisfacción del cliente.
La Norma ISO 9001:2015 es, por llamarla de alguna manera, la base del Sistema de Gestión de la Calidad – SGC. Recoge todos los instrumentos que dan cuenta de la gestión de calidad de una empresa, sus productos y servicios.
Es bastante habitual, de hecho, que los clientes y consumidores presten atención acerca de si sus proveedores poseen esta normativa al día. Así, se aseguran de que su Gestión de la Calidad es acorde a estos tiempos.
En última instancia, sus objetivos principales pasan por llegar a un consenso sobre las soluciones y exigencias comerciales. Sin embargo, su cumplimiento es voluntario, al ser una entidad no gubernamental.