- Qué es la obsolescencia programada y cómo las compañías planifican eliminar la vida útil de un producto.
- Muchas empresas planean estrategias para que nuestros dispositivos dejen de ser útiles y seguros pasado cierto periodo de tiempo.
- Estas estrategias tienen como objetivo volver nuestros dispositivos obsoletos para obligarnos a adquirir un modelo nuevo.
En el artículo de hoy debemos hablar de algo bastante importante para todos los que nos fascina el mundo de la tecnología. Sobre qué es la obsolescencia programada y sobre todas las cosas cómo afecta a mis dispositivos.
¿Qué es la obsolescencia planificada o programada?
En pocas palabras se trata de una estrategia que vuelve a los productos obsoletos, por lo que se requiere que sean reemplazados con frecuencia. Evidentemente, esto obliga a los consumidores a gastar más dinero comprando productos con más frecuencia.
Fue en 2017 cuando varios usuarios de Reddit descubrieron que Apple usaba actualizaciones de software para ralentizar o acelerar el rendimiento de los iPhones más antiguos, en teoría para mejorar el estado de la batería. En 2020 se realizó una demanda muy importante de $ 500 millones a la compañía. La falta de comunicación de Apple sobre este tema que no se reveló a los consumidores; hasta que el grupo de usuarios de Reddit lo descubriera, lo que comenzó un debate sobre la obsolescencia programada.
La obsolescencia planificada es la manera de diseñar un producto para que, después de un tiempo, este se vuelve obsoleto. Es posible que afecte al dispositivo de varias maneras, pero la idea principal es que nos veamos obligados a adquirir uno nuevo.
Cómo se crea la obsolescencia programada
El caso de Apple con sus iPhones es un caso notable, pero no es la única forma en que los fabricantes pueden volver obsoleto a un producto. Otra manera es detener la actualización de software por completo.
En este sentido, los grandes culpables vendrían a ser los dispositivos Android. Si bien teléfonos como los Pixel de Google duran un tiempo bastante prolongado con sus actualizaciones, muchos teléfonos de gama media únicamente tienen dos años de actualizaciones y una única actualización importante del sistema operativo.
Esta es una de las razones por las que muchos dispositivos no tienen la versión más reciente de Android, incluso cuando se venden, especialmente en ciertos países en donde no se puede tener acceso tan fácil a la tecnología. El problema es que la falta de actualizaciones evita que el teléfono no solo no obtenga nuevas funciones y actualizaciones de rendimiento, sino también falta de parches de seguridad.
Otra es la compatibilidad. Con el paso del tiempo es muy posible que un dispositivo no funcione de forma adecuada con aplicaciones o software nuevo. Por ejemplo, cuando Nintendo lanzo una versión nueva de la 3DS con mejores especificaciones, los juegos nuevos funcionaron de maravilla en dicha versión, pero no en las consolas más antiguas. Esto obligo a todos esos usuarios a adquirir una nueva 3DS.
La falta de capacidad de actualización es otro motivo por el cual se creó la obsolescencia programada. El hecho de que no se pueda usar una memoria expandible en teléfonos, que existen partes no actualizables en ordenadores, la falta de ranuras de expansión, etc. Todo esto puede ser una piedra en el camino para la longevidad de varios dispositivos.
Para muchas personas la única forma de mejorar su experiencia es adquirir un nuevo dispositivo, lo cual puede ser significativamente más caro que una actualización de hardware.
Los problemas de reparación
Todos los dispositivos se terminan desgastando en algún momento. Los teléfonos móviles son el claro ejemplo de esto, no únicamente por desgaste, sino que se encuentran más expuestos a daños por caídas, agua, polvo, etc. No poder reparar un dispositivo o tener que ir a un tercero para poder hacerlo, limita la longevidad del producto.
Durante los últimos años, reparar un teléfono en nuestro hogar no es tan fácil como hace tiempo atrás. Aquí vemos una diferencia enorme con los automóviles, por ejemplo. En donde podemos comprar un repuesto y cambiarlo con facilidad en nuestro hogar. Cosas como las pantallas o baterías no únicamente son difíciles de encontrar, sino que rara vez el fabricante original las vende.
Lo peor es que se fabrican los dispositivos de forma que se vuelva más difícil desmontarlos, todo esto a propósito. Algo similar a lo que ocurrió con las baterías, que podrán dar todas las explicaciones lógicas del mundo. Pero antes cambiar una batería era algo demasiado rápido y fácil.
Existe un movimiento cultural y político llamado “Derecho a reparar”. En donde se quiere promover leyes para que los fabricantes pongan una extensa documentación de reparación en todos los dispositivos, así como también que se vendan piezas por separado como repuestos.
Al final ¿Compramos o no compramos?
Como ya estarás comprendiendo, el motivo principal de las estrategias de obsolescencia planificada es que los clientes se vean obligados a comprar productos nuevos con más frecuencia.
Otro ejemplo genial son las consolas de videojuegos que duran ciertas generaciones, que se consideran nuevas mientras esa generación dure, que generalmente son 5 o 6 años, hasta que son suplantadas por nuevas consolas. Los desarrolladores dejan de hacer juegos para dichas consolas, para enfocarse en las nuevas hasta que los fabricantes dejan de fabricarlas.
Los teléfonos se ven, en cierta medida, en la misma posición. La longevidad de un teléfono puede variar bastante de persona en persona. Muchas compran uno cada dos o tres años, algo que puede resultar costoso teniendo en cuenta que cada vez vienen más caros, con dispositivos de gama alta costando más de mil dólares.
En 2021 hemos visto como las empresas de tecnología han adquirido una postura medioambiental. Reduciendo el uso de plástico, introduciendo envases reciclables, incluso eliminando periféricos esenciales como los cargadores o auriculares, en teoría para reducir los desechos electrónicos.
El problema es que la obsolescencia programada aumenta de forma considerable los desechos electrónicos. La idea no es reducir los periféricos con los que viene un teléfono, sino proporcionarnos herramientas para que dicho dispositivo dure la mayor cantidad de tiempo posible.
¿Qué podemos hacer? Básicamente informarnos, a la hora de adquirir un producto no nos dejemos llevar por una marca. Investiguemos si se venden repuestos para este, si obtienen actualizaciones regulares y si se mantendrán con el paso de los años, etc.