Se trata de unas lentillas a las que se ha incorporado circuitos electrónicos y LEDs para mostrar videos e imágenes. Unos investigadores de la Universidad de Washington han desarrollado unas lentillas con circuitos integrados en su interior. Pese a que los circuitos electrónicos integrados no son funcionales y los LEDs no emiten luz, se ha conseguido un importante avance en la biocompatibilidad de materiales (en un grupo de conejos por el momento), que abre las puertas a futuros.
En esta primera fase, superada con éxito, se ha logrado que materiales inorgánicos y potencialmente tóxicos, como son los circuitos integrados, hayan reducido su tamaño a unos pocos nanómetros y se hayan insertado sobre una base flexible de plástico, a la vez que han conseguido la biocompatibilidad necesaria para seguir adelante con el proyecto. También han constatado la ausencia de interferencias con la visión normal. Estas lentillas aún son un prototipo, que abren el camino a la investigación de diversas aplicaciones sobre este ojo biónico removible.
Los videos varían desde un inicio sencillo que sea capaz de mostrar información básica por colores, hasta una futura evolución que pueda generar textos o imágenes en movimiento directamente en el ojo, y que podrían llegar a ser como pantallas personales al más puro estilo Terminator.