La latencia se refiere a la velocidad de transmisión de datos, que, para los comerciantes en línea, tiene un efecto notable en la rapidez con que pueden colocar sus órdenes de compra y venta.
Para el comercio digital, se trata de un factor determinante. Se refiere a la rapidez con la que los datos pueden moverse entre diferentes sistemas. Cuando este parámetro es “bajo” significa que los datos pueden transferirse más rápidamente y cuando es «alto» se refiere a una velocidad de datos más lenta. Además, se trata de indicadores con valores relativos, ya que el desarrollo tecnológico permite mejorar la tasa media.
En el caso de los sistemas en línea que requieren una sincronización precisa, un “retardo bajo” es esencialmente importante, sobre todo para las finanzas digitales donde milésimas de segundo pueden representar miles de euros. En ese sentido, los comerciantes siempre intentarán conseguir un servicio adecuado, donde las órdenes se efectúen sin retrasos. En caso contrario, el valor del activo podría “moverse” del monto negociado, perjudicando la operación y sus resultados.
La mayoría de aplicaciones intentan ofrecer la menor latencia posible empleando la tecnología más avanzada, minimizando esta situación. Aunque esto ya es cierto desde hace algún tiempo en los sistemas de comercio tradicionales, se está convirtiendo en algo aún más importante en el nuevo sector de criptoactivos.
¿Dónde se puede conseguir baja latencia?
A pesar de que puede ser un servicio que sólo lo ofrecen grandes empresas, la mayoría de los servicios tienen una latencia adecuada para el perfil de sus usuarios. Además, están surgiendo cada vez más ofertas de servicios de colocación para perfiles profesionales.
Para comerciantes avanzados, es un parámetro que los servicios profesionales deberían brindar lo suficientemente “atractivo” como para permitirles una experiencia positiva. Los servicios menos conocidos (o en proceso de desarrollo) quizá no puedan permitirse la tecnología de punta, por lo que el rendimiento y los resultados podrían verse perjudicados. Para quienes están iniciando, pueden tener un gran punto de partida con muchas plataformas de comercio de criptografía de confianza como bitcoinera.io.
Por otro lado, si los usuarios utilizan servicios para acopiar sus activos, o si realizan operaciones que se manejen con amplio término, la precisión de los tiempos no será tan relevante.
No obstante, para quienes sí están operando en el día o especialmente haciendo comercio de alta frecuencia, entonces realmente deberían estar buscando las mejores ofertas de latencia. A menudo, esto significa buscar plataformas que ofrezcan servicios de colocación.
Entonces, ¿Qué es un servicio de colocación?
Permite a los usuarios la posibilidad de “rentar servidores” dedicados, estos se alojan de forma física en el mismo lugar donde se maneja el mercado, conectándose por una vía más directa. De hecho, al combinarse este elemento con una tecnología de vanguardia, suministra una tasa muy baja de retraso en cada operación que realicen los comerciantes.
Cabe destacar, no todas las aplicaciones pueden ofrecer estos servicios, pero cada año son más las empresas que lo ofrecen, sobre todo entre las compañías que buscan atraer un nuevo perfil de usuario.
¿Qué es el comercio de “alta frecuencia”?
Se trata de un término para los sistemas que utilizan algoritmos y colocan sus operaciones de forma totalmente automatizada, al tiempo que responden a las oportunidades en el mercado que pueden existir durante sólo unos milisegundos.
El proceso de utilizar programas informáticos para operar de forma automática tampoco es nuevo para las criptomonedas, pero es fácil ver cómo la naturaleza de estos activos se presta a esta estrategia.
Además de ser volátiles, los intercambios operan 24 horas al día, 7 días a la semana; por lo que los usuarios tienen un fuerte incentivo para dejar que los algoritmos se encarguen de todo en un enfoque de «no intervención». Por supuesto, esto no es “magia” y es importante asegurarse de que las aplicaciones están programadas con tácticas apropiadas; de hecho, son diseñadas para adaptarse si las condiciones del entorno varían.
Además de estar automatizados, estos sistemas pueden realizar muchas operaciones por segundo, a menudo obteniendo pequeñas recompensas sobre variaciones casi imperceptibles del valor. Por supuesto, se necesitan conexiones ultrarrápidas (con bajo retardo) a la bolsa para poder negociar a una velocidad alta. En definitiva, si los datos no pueden enviarse con la suficiente rapidez, ni el sistema ni la planificación podrán cumplir con su objetivo.