- Los altavoces Bluetooth son lo que la mayoría de los usuarios necesita para la reproducción de audio
- Si bien tenemos numerosos modelos, de varias calidades y precios, seleccionar los baratos no es buena idea
- No obstante, en ciertos entornos profesionales o que apuntan a serlo, puede que la calidad de los altavoces resulte insuficiente, por más buenos que sean, y lo mejor será apostar por los monitores de estudio, como los Neumann KH 120
Si tienes un ordenador en casa, desde el que reproduces música o contenidos de audio, sea por trabajo o diversión, probablemente serás consciente acerca de la importancia de unos buenos altavoces Bluetooth, u otro dispositivo dedicado exclusivamente a brindarte buenas sensaciones en lo que es sonido.
En este artículo, pretendemos adentrarnos en el mundo del audio para ordenadores, explicando por qué vale la pena invertir en unos buenos altavoces Bluetooth, y qué opciones tienes a mano en caso de que te quedes cortos, y estés buscando una alternativa más profesional, pasando entonces a pensar en los denominados monitores de estudio.
¿Por qué invertir en altavoces Bluetooth de calidad?
A estas alturas, nadie duda de que los altavoces Bluetooth son más cómodos y prácticos que los que usan un cable. Sin embargo, eso también atenta contra la percepción final que podemos tener de nuestra música.
Y si bien es verdad que los más recientes estándares de transmisión inalámbrica muestran mejoras palpables en cuanto a la entre dispositivos, que redunda en una mejor calidad de sonido, eso no pasa entre los más baratos.
Por ende, aunque cualquier altavoces Bluetooth estará bien para una fiesta con amigos en las que sólo quieras hacer más divertida la velada con algunos temas de moda de fondo, si te consideras un audiófilo la cosa cambia un poco.
En efecto, esas personas con un interés especial por los sistemas de reproducción y también de grabación de audio, suelen recurrir a altavoces Bluetooth de marcas especializadas en sonido, que se dedican a este sector y no a otros. Esto no quiere decir que firmas tradicionales no tengan buenos altavoces, es sólo una noción general.
En cualquier caso, invertir en altavoces Bluetooth de calidad vale la pena porque es la única manera de estar seguro de que el sonido que escuchas es el original. Sobre todo si piensas grabarlo tú, tiene una importancia capital.
Monitores de estudio, el siguiente nivel
Como decíamos al comienzo del artículo, puede llegar un punto en el que incluso los mejores altavoces Bluetooth sean insuficientes para ti. Allí entran en escena los denominados monitores de estudio, el siguiente nivel de sonido.
De hecho, es un error bastante habitual en aquellas personas que están dando sus primeros pasos mezclando contenidos en un estudio de grabación casero, el pensar que un altavoz puede colmar sus expectativas.
Tienes que saber que los altavoces Bluetooth más vendidos no tienen la obligación de mantener el equilibrio, resultando cierta distorsión entre graves, medios y agudos, lo que puede afectar la calidad de tu mezcla.
Por su lado, los monitores de audio garantizan que eso que estás escuchando, es realmente el audio original. Al usarlos, evitarás engaños trabajando sobre una pista que luego no se condice con la versión real del sonido.
¿Qué tener en cuenta al comprar un monitor de estudio?
- El tamaño: las dimensiones de tu monitor de estudio son uno de los aspectos claves al considerar en su compra, y es que no tiene sentido instalar un monitor demasiado grande en un espacio pequeño. Debe haber una relación directa.
- La cantidad de vías: los monitores de estudio se dividen según la cantidad de vías, que pueden ser 2, 3 o 4 vías. Normalmente cuantas más vías mejor, pero es mejor enfocarse en la calidad en general que sólo en ellas.
- Activo o pasivo: los monitores de estudio activos, como el Neumann KH 120, están de moda ahora mismo, y es otra de las cuestiones que deberás determinar antes de seguir adelante. Son más costosos que los pasivos, pero mejores. ¿Cómo los diferenciamos? Los activos poseen un amplificador interno, que nos hace las cosas más fáciles, permitiéndonos prescindir de tener que adquirir un amplificador externo para un audio fiel.
- La potencia: la potencia sin calidad no sirve de nada, pero aún así no deberías perder de vista cuál es la potencia máxima que puede ofrecerte el monitor de estudio que te interesa, pues la agradecerás si debes forzarla un poco.