- Las brechas de ciberseguridad aumentan a medida que la pandemia continua su curso.
- Más personas se ven obligadas a trabajar desde sus hogares, sin las medidas de seguridad necesarias.
- Los piratas informáticos han evolucionado, se vuelven más sofisticados y peligrosos.
Gracias a herramientas como Microsoft Teams, Google Meet o Zoom, los equipos de trabajo tienen la posibilidad de conectarse y llevar adelante sus responsabilidades, incluso mientras se encuentran en pijama. Gracias a esto, la mayoría de empresas han logrado mantener su ritmo de trabajo de forma habitual. Sin embargo, los desafíos del trabajo remoto son inmensos y se ven afectados gravemente por las brechas de ciberseguridad.
Con casi un 55% de especialistas que usan ordenadores personales, debido al COVID-19, para realizar sus tareas laborales. Las amenazas de seguridad exponen brechas de seguridad cibernética y vulnerabilidades críticas.
Evolución de las amenazas de seguridad cibernética en medio de la pandemia
Por un lado, nos encontramos al mundo luchando contra la amenaza a la salud global que representa el COVID-19, los ciberdelincuentes de todo el mundo están sacando provecho de esta situación.
Las empresas han tenido que experimentar con la rápida expansión de infraestructura de los piratas informáticos, usando en muchas ocasiones el tema de la pandemia para realizar ataques phishing.
Podemos ver, gracias a varios informes de investigación, desde abril el número total de mensajes spam supero el millón, mientras que la cantidad total de ataques de malware y enlaces maliciosos aumento de forma considerable.
Uno de los ataques más conocidos ocupo los titulares el 21 de abril de 2020. Un ataque de ciberseguridad que afectó a los NIH, OMS, el Banco Mundial, Fundación Gates y varias organizaciones muy reconocidas.
En dicho momento, los piratas informáticos anónimos, liberaron en la red casi 25,000 direcciones de correo electrónico con sus contraseñas.
No solo phishing
Con el paso del tiempo, el brote de COVID-19 está consiguiendo sobrecargar la seguridad de las organizaciones de todo el mundo, ya sea de forma directa o indirecta. Los piratas informáticos, que son cada vez más sofisticados y traicioneros aprovechan esta situación.
Basándonos en los datos proporcionados por agencias globales, las principales amenazas a la ciberseguridad en el contexto de COVID-19, han sido las siguientes:
Phishing: sin dudas son los “pioneros” en el mundo de los ciberdelincuentes. Los correos electrónicos engañosos relacionados con la pandemia, adjuntan documentos maliciosos con información relacionada con la salud.
Ataques de Credential Stuffing: en abril, Zoom abrió una semana con un gran problema de privacidad. Se informó que se vendieron más de 500.000 cuentas de Zoom en la Dark Web y foros de piratas informáticos.
Ransomware: una de las más peligrosas y el COVID-19 ha creado un entorno adecuado para su propagación. En la mayoría de ocasiones, se incluye información sobre vacunas, asistencia del gobierno, descargas gratuitas, actualizaciones críticas, etc.
Es una de las más peligrosas debido a que el ransomware, encripta todos los datos de un ordenador. Esto se volvió una amenaza sumamente peligrosa para cientos de empresas; incluso, el gobierno de EE. UU. Elevo la amenaza al mismo nivel que el terrorismo.
En esta clase de ataques, es muy común que los piratas informáticos exijan pagos en criptomonedas para liberar los datos encriptados. Durante el último año, los ataques de ransomware relacionados con la industria criptográfica aumento de forma considerable.
La necesidad de más recursos enfocados a las brechas de ciberseguridad
Debido a las medidas de distanciamiento social y los nuevos brotes de la enfermedad, las empresas tienen que enfocar más recursos a la ciberseguridad a medida que cada vez más personas se ven obligadas a trabajar de forma remota.
Por lo tanto, junto con una revaluación de las herramientas de productividad, los líderes empresariales, tendrán que examinar todo lo relacionado con la seguridad para proteger a sus clientes y empleados a medida que el trabajo remoto continúa expandiéndose.
Para aquellos trabajadores remotos, es fundamental mantenerse alerta, evitar la descarga de programas maliciosos es una tarea relativamente sencilla que solo requiere precaución. Especialmente porque ningún antivirus es 100% efectivo, sino que necesitan que el usuario se mantenga alerta y entienda que, en internet, todo puede ser un peligro.
Y es una verdadera lástima que, una herramienta como internet, que nos dio la posibilidad de seguir nuestra vida con una relativa normalidad en medio de una pandemia; sea utilizada de esta manera.