Los ordenadores portátiles han ganado terreno a los de sobremesa debido, entre otros factores, a sus amplias posibilidades de adaptación a componentes externos. Las pantallas de repuesto HP son un ejemplo de cómo un producto que no pertenece directamente a dicha marca puede mejorar al original, con altos estándares de calidad, resolución y conexiones.
La ventaja de elegir la pantalla para el ordenador portátil es que el usuario tiene la oportunidad de buscar unas características concretas y no tener que estar limitado por el modelo que llega de fábrica. Cada vez más público se decanta por esta opción, ya que es posible comprar un ordenador de la marca HP e instalar una pantalla de otra firma. La calidad del resultado final no cambia e incluso en muchos casos se mejora. El consumidor tiene a su alcance un amplio abanico de opciones para buscar el modelo que mejor se adapta a sus preferencias.
La propuesta de una compañía como HP se centra, principalmente, en pantallas de 14 y 15 pulgadas, que cubren la mayo parte de su oferta de mercado. La variedad de monitores compatibles amplía este rango en otros tamaños, tanto más pequeñas, desde 9’’; como más grandes, hasta 27’’. Quien quiera un ordenador de esta marca y no encuentre unas propiedades definidas con un tamaño concreto para la visualización, puede adquirir el portátil y montar después una pantalla externa que sea compatible. En esta segunda opción, las posibilidades se multiplican y el usuario encuentra un mayor abanico de ideas.
La oferta de tipo y píxeles de resolución también se amplía notablemente, ya que en los modelos compatibles se puede encontrar más de una decena de opciones, siendo el WXGA HD el más común, con niveles que llegan a los 5120×2280. Es una cifra más propia de los ordenadores de sobremesa que se puede adaptar a un portátil, pero que no suele estar presente en la gama que las empresas ofrecen en sus laptops.
Vida más útil para el ordenador
La ventaja es que es el comprador y no la fábrica quien decide qué tipo de monitor utilizar para el ordenador portátil. El amante de los videojuegos, por ejemplo, puede encontrar un procesador ideal para su objetivo, pero no lo encuentra con la calidad gráfica adecuada. Solo le queda la opción de comprar una pantalla compatible y montarla. El proceso de montaje destaca por su comodidad y sencillez, así que el usuario no encontrará problemas para adaptar rápidamente su compra al portátil. Otra de las diferencias entre el producto de la casa y otro compatible, en el caso de las pantallas, es que el segundo tiene una vida útil más longeva si se trata con los cuidados correspondientes. Los modelos compatibles son camaleónicos y tienen la capacidad de adaptarse a muchos procesadores, por lo que están preparados para ganar en resistencia y durabilidad. De esta manera, la máquina trabajará mejor y esto se traduce en más años de funcionamiento; con la consiguiente mejora en el rendimiento y el correspondiente ahorro económico.