- Muchas personas no cuidan sus baterías, terminan matando a las mismas y reduciendo la portabilidad de sus dispositivos.
- El gran problema es el descuido y la falta de información sobre las cosas a considerar para poder estirar lo máximo posible la vida útil de una batería.
Evidentemente, disponer de un teléfono móvil o un portátil con una batería que no dura nada, es algo frustrante. Pero rara vez tenemos en cuenta lo que está matando nuestras baterías; cuando estas comienzan a fallar, un dispositivo se vuelve menos portátil y en muchas ocasiones, es inútil. En muchas ocasiones, es nuestra culpa. Poco a poco con ciertas costumbres y, poco cuidado, vamos matando nuestras baterías.
Cosas que están matando tus baterías
Existen varios tipos de baterías, cada una tiene una función distinta. El control de nuestro Smart TV llevará pilas alcalinas o de zinc-carbono. Estas son muy económicas, desechables y sencillas para cambiar. Cuando encendemos el coche, usamos una batería de plomo-ácido. Estas son duraderas, aunque costosas, deberían durar varios años.
Después nos encontramos con la batería de iones de litio. A diferencia de las anteriores, es la misma desde hace muchos años. Igualmente, se ha puesto mucho énfasis en mejorar las baterías de iones de litio. Se las prefiere porque son muy livianas y capaces de almacenar bastante energía; justamente por esto, podemos encontrarlas en: portátiles, teléfonos móviles, dispositivos de juegos portátiles, etc. En estas nos centraremos en este artículo.
El problema de la sobrecarga
Una de las cosas más “peligrosas” que le podemos hacer a una batería de iones de litio, es sobrecargarla. En el peor de los casos podría incendiarse o explotar. Los circuitos de seguridad, generalmente, cumplen su función para evitar que esto ocurra, evitando que una batería llena absorba más energía.
Otro problema ocurre cuando nuestro dispositivo pasa demasiado tiempo con una carga completa. El tiempo que pasa a plena capacidad puede corroer una batería de iones de litio, lo que reduce su capacidad y vida útil en general. La comodidad de enchufar el cargador antes de irnos a dormir y despertarse con la batería llena, nos puede salir muy caro.
Pero las grandes empresas están implementando una solución a este problema. Los sistemas de carga adaptables toman nota de las veces que cargamos el móvil. Luego, recopila la información y el teléfono cargará solo al 80% antes de completar la carga al 100%, justo antes de que nos despertemos.
La carga adaptativa se volverá más común con el paso del tiempo. Aunque si nuestro dispositivo es antiguo o carece de esta función, es importante conectarlo a la corriente el tiempo necesario y nada más que eso. Si bien, a veces podemos forzar una carga completa, no es algo que debemos hacer todo el tiempo.
El problema de las temperaturas
El rango seguro para una batería de iones de litio es entre menos 4° Fahrenheit y 140° Fahrenheit (-20º Celsius a 60º Celsius). Tenemos que ir más lejos de estos rangos para matar la batería, pero debemos tener en cuenta que mientras más tiempo pasemos “fuera de la zona segura” menos durará la batería, por más que en el momento siga funcionando.
Dejando de lado el clima, que puede afectar de forma considerable. Un gran problema es utilizar el móvil mientras este se carga; especialmente si vamos a abrir aplicaciones pesadas o juegos para móviles. Es lo mismo que ocurre con una portátil, incluso en este caso dejar que los ventiladores se ensucien hasta el punto en que no pueda ventilar de manera adecuada el ordenador, hará que aumente la temperatura.
La mayoría de dispositivos se apagan cuando se llega a cierta temperatura. Sin embargo, eso no va a impedir que el sol eleve la temperatura del dispositivo y nada lo podrá enfriar al instante, así que tenemos que considerar varias cosas en todo momento.
Dejar que se agote la batería
Una descarga completa puede dañar el dispositivo de forma severa y permanente. También debemos considerar que una batería almacenada pierde carga con el tiempo. Las baterías de iones de litio son las mejores para retener la mayor cantidad de energía posible. Aun así, perder aproximadamente el 2% de la carga cada mes. El circuito de seguridad que evita la sobrecarga de la batería, también se agota en un 3% cada mes.
Por lo tanto, si tenemos un dispositivo guardado sin carga, lo mejor sería sacarlo del cajón cada tanto, encenderlo y cargarlo un poco.
El tiempo nos pasa a todos
Las baterías de iones de litio generalmente duran entre 300 y 500 cargas. Igualmente, es poco probable que una batería se “rompa” al final de su vida útil. Lo que sucederá es que el rendimiento será peor y seguirá empeorando. Si antes duraba unas 6 horas, en su etapa final con suerte llegara a la hora. La batería deja de almacenar tanta energía y tampoco la puede retener. Cuando llegamos a este punto, lo ideal es directamente hacer un cambio de batería.
Podemos intentar ahorrar batería lo máximo posible en caso de que no podamos adquirir una nueva. Sin embargo, llegado a cierto límite, muchas opciones no nos quedarán.