- La web 3.0 está poco a poco ganando terreno en nuestro día a día, y esto quiere decir que cada vez será más difícil escapar a su funcionamiento, a sus ventajas y desventajas, ya indisimulables
- Blockchain o IPFS son algunos de los mecanismos revolucionarios a los que estamos atendiendo ahora mismo, y a partir de ellos podemos reconocer las consecuencias de entrar en la nueva era
Como constantemente observamos, Internet avanza a pasos agigantados, trayendo consigo una serie de novedades que de ninguna forma pueden pasar desapercibidas, y que vale la pena analizar para conocer cuáles es su alcance. Ya podemos darnos una idea acerca del cambio y la innovación que traerá la Web 3.0 a nuestras vidas. Evidentemente, partiendo de esa base, resulta mucho más sencillo comprender otras cuestiones.
Y es que la popularidad de la web 3.0 está aumentando debido a las crecientes preocupaciones de las personas sobre la exposición de datos confidenciales en Internet y su necesidad de sentirse completamente seguros.
Atendiendo a esta clase de tecnologías descentralizadas, como Blockchain o IPFS, es más fácil entender qué podemos esperar del futuro de estos desarrollos, y cómo van a afectar la navegación a través de Internet.
Básicamente, con estos sistemas, los usuarios no dependen de redes locales centralizadas y proveedores de Internet para tener acceso a las redes, reduciendo la presencia de fallas que puedan complicar las cosas.
Pero esto también crea algunos problemas con respecto al contenido que se publica en Internet.
Ventajas y desventajas de la web 3.0 que ya estamos percibiendo
Un Internet descentralizado es un Internet que se basa en redes descentralizadas alimentadas por múltiples nodos que sustituyeron a los centros de datos centralizados. Estos nodos pueden implementarse en servidores privados y redes locales más pequeñas de servidores y unidades, las que compartirán cargas de trabajo además del hospedaje.
En resumen, eso significa que si falla un nodo, no tendremos que preocuparnos por fallos globales del sistema. Éste es, casi con seguridad, el mayor beneficio que traerá un Internet completamente descentralizado.
Por otro lado, está planteado también el tema acerca de cómo se moderará Internet, y eso se debe a que, al menos por ahora, no existe autoridad central dotada del poder de moderar el contenido que se publica en cada sitio.
Esto podría generar una preocupación de que la web 3.0 se convierta en una darknet que no puede ser censurada. Sin embargo, la ausencia de control centralizado significa la ausencia absoluta de cualquier control en el contenido. Como pasa con la red en sí descentralizada en la web 3.0, también lo está el control entre las personas que la usan.
Y cuantas más personas puedan expresar su opinión sobre qué contenido debe permitirse y qué restricciones deben establecerse para verlo, mejor será porque el contenido dañino permanecerá restringido en su accesibilidad.
¿Abierto para todos o cerrado?
El modelo actual de web 3.0 sugiere que todos pueden usarlo, incluidos los usuarios no profesionales que tampoco están familiarizados con las tecnologías descentralizadas. Pero esta nueva web pondrá a disposición de cada uno guías y tutoriales con paso a paso detallados. Y todos los parámetros necesarios para protegerse contra pérdidas.
Conclusiones
Podemos afirmar, en vistas de todo lo anterior, que la web 3.0 no sólo está llegando, sino que está entre nosotros. Consigo viene un nuevo paradigma de accesibilidad de contenido en línea. Tomará tiempo acostumbrarnos.
Las oportunidades que brindan las DAO, u Organizaciones Autónomas Descentralizadas permiten desempeñar una verdadera democracia. Al menos en lo que a Internet respecta. Blockchain y el cifrado son claves para esa tarea.
Podemos suponer que cuando todo se regularice, disfrutaremos de mayor libertad, de una moderación de Internet realizadas por las comunidades, en las que cualquier forma de censura sea menos probable que actualmente. Veremos, más tarde, si esas ventajas pueden aplicarse asimismo a otras áreas de nuestras vidas.