No deja de aumentar la fiebre de las criptomonedas en todo el planeta. La capitalización del mercado de las criptomonedas ya ha superado los 3 billones de dólares. Esto es enorme considerando que el precio de Bitcoin a principios de 2022 era casi el doble que hace un año. Mucha más gente está invirtiendo en criptomonedas, lo que implica mayor presión sobre los desarrolladores para crear alternativas de la minería de criptomonedas más eficientes y menos dañinas.
La minería de criptomonedas
Desde que se introdujo por primera vez el OG, el creador de todos ellos, también conocido como Bitcoin, han existido mecanismos de consenso o ‘métodos de acuerdos’. Los primeros días de blockchain prosperaron gracias a estos mecanismos. Y siempre han sido sinónimo de minería que requieren prueba de trabajo, al menos hasta ahora.
La minería es el método a través del cual Bitcoin y varias otras criptomonedas acuñan o producen nuevas monedas y validan transacciones recientes. Implica el uso de una sala llena de computadoras ubicadas en todo el mundo para verificar y salvaguardar las blockchains (cadenas de bloques). Estos a su vez ayudan a crear cuentas virtuales que registran estas transacciones y las verifican en cuestión de minutos.
Las computadoras que funcionan en esa red son recompensadas con nuevas monedas por su constante contribución que mantiene vivo y seguro todo el sistema.
¿Cuál es la importancia de la minería?
La minería es crucial no solo para la seguridad de Bitcoin (y muchas otras criptomonedas), sino también para poner en circulación nuevas monedas. Protege y valida la blockchain, lo que permite que las criptomonedas operen como una distribución de redes sin que una sola autoridad tome el control. Ofrece a los mineros un incentivo para ofrecer sus recursos de procesamiento a la red.
Sin embargo, con las crecientes preocupaciones sobre el proceso de minería, las criptomonedas se han alejado de sus formas tradicionales.
La minería y su impacto en el medio ambiente
El aumento en el precio de las criptomonedas ha provocado un frenesí de demanda, atrayendo a millones de personas a probar suerte con las criptomonedas, sin comprender ni considerar las consecuencias ambientales.
Las operaciones, como Bitcoin, requieren una tonelada de energía para cada transacción y ‘minar’ nuevas monedas son una gran amenaza para el medio ambiente. La cantidad de energía requerida varía dependiendo de la criptomoneda. Bitcoin, siendo el OG, requiere mucho más de lo habitual y mucho más que algunos jugadores nuevos en el bloque como Caduceus ($ CMP).
¿Hay alguna alternativa en la minería de criptomonedas?
En respuesta a esta crítica, Ethereum ha tomado la delantera al cambiar de un sistema de prueba de trabajo (PoW) a un sistema de prueba de participación (PoS). Esto elige a una persona al azar para resolver el bloque, lo que reduce significativamente el uso de energía en un 99 por ciento.