- Que un ordenador portátil sea más pequeño, no debería ser una razón por las que nuestros juegos se ejecutan más lento.
- El motivo principal es que las GPU de escritorio y portátiles son cosas fundamentalmente diferentes.
Si tenemos que elegir entre portabilidad y potencia, ¿Qué nos conviene más? ¿Cuáles son las principales diferencias entre una GPU de escritorio y una portátil? No es lo mismo una RTX 3080 Ti de escritorio y una portátil, son fundamentalmente distintas y vamos a ver el por qué.
¿Cómo funcionan las GPU de escritorio?
El procesador de gráficos en un ordenador de escritorio, es popularmente conocido como “tarjeta gráfica”. Son sencillas en cuanto diseño. Un troquel de GPU en una PCB impresa, contactado a un bus PCI Express y múltiples puertos traseros. Cuando lo compramos, lo conectamos a la ranura PCI Express de nuestro ordenador. Después, ajustamos el tornillo al soporte PCI de la carcasa para que se mantenga en el lugar. Tomamos el cable HDMI, lo conectamos a la GPU y al monitor y listo.
Los juegos se vuelven cada vez más exigentes en cuanto a potencia de hardware, las GPU se han adaptado y evolucionado para poder funcionar de manera óptima. Es por esto, que se vuelve normal ver tarjetas gráficas con grandes conectores de alimentación, soluciones de refrigeración, ventiladores, etc.
Las GPU de escritorio consumen una gran cantidad de energía y, justamente por esto, emiten mucho más calor. Aunque esto no es un problema para los ordenadores de escritorio que tienen más espacio y, generalmente, una mejor refrigeración gracias a diferentes factores, incluso al mejor flujo de aire de la carcasa.
En cuanto a las GPU portátiles
Está claro que una GPU portátil no puede ser igual que una de escritorio, existirán algunas limitaciones. La gran mayoría de las GPU de ordenadores portátiles funcionan porque las líneas separadas de GPU se fabrican para adaptarse al perfil delgado de estas. Tienen que cumplir con algunos requisitos: ser lo suficientemente pequeñas, potentes para ejecutar juegos AAA, eficientes para no sobrecalentarse y para que la batería dure lo máximo posible.
Siguiendo con lo anterior, estamos de acuerdo en que las GPU portátiles son productos fundamentalmente distintos a los de escritorio. La eficiencia energética es una de las cosas más importantes junto con el tamaño. Los portátiles pueden tomar varias medidas para reducir el uso de electricidad.
La principal diferencia entre ambos
La máxima prioridad de una GPU portátil, además de ejecutar los juegos de la mejor manera posible, es mantener el consumo de energía bajo. Los fabricantes de portátiles y SoC toman medidas para lograr estos dos objetivos, en muchas ocasiones eligen la solución más simple para reducir el consumo de energía. Básicamente, hacer una GPU real más “débil”.
Evidentemente, el motivo por el que existen líneas separadas de GPU para escritorio y portátiles, es porque no podemos tomar una NVIDIA RTX 3090 Ti en un portátil y ver que funcione sin problemas.
Lo más probable es que, a menos que nuestra portátil sea grande o tenga un disipador de calor que sea un milagro divino, el ordenador se incendiaría y la batería terminará derretida. Y aunque parece obvio, quizás no lo es tanto para el usuario promedio.
Vamos a poner un ejemplo. La RTX 3080 Ti, la versión de escritorio, se encuentra a otro nivel. Es un monstruo capaz de ejecutar los mejores juegos triple A en 4K. Aunque la versión portátil es muy similar a la RTX 3070 de escritorio, por lo menos en rendimiento.
Seamos honestos, sigue siendo muy bueno, pero no estamos hablando de los mismos niveles de rendimiento que comentamos anteriormente. Y también debemos sumar el hecho de que un ordenador portátil con esta potencia puede ser tan costoso o, incluso mucho más, que uno de escritorio con una 3080 Ti.
Básicamente, la portabilidad siempre va a ser mucho más cara y en comparación, podríamos tener un ordenador de escritorio considerablemente potente.
¿Se puede usar una GPU de escritorio en un portátil?
Si, se puede y no hace falta hacer trucos demasiado locos para conseguirlo. Aunque vamos a tener que comprar un muelle que, generalmente, son costosos.
En caso de que nuestro portátil tenga un puerto Thunderbolt 3 con soporte para tarjeta gráfica externa (eGPU), el Razer Core X puede ser una buena opción. Es una eGPU que nos brinda la posibilidad de insertar una GPU compatible con un ordenador de escritorio dentro de una base. Al abrirlo encontraremos una ranura PCI Express en donde podremos insertar la GPU.
Desde aquí lo conectaremos a la fuente de alimentación incorporada y a la portátil con un cable Thunderbolt. Igualmente, Razer Core X no es el único disponible, existen varios más. Es cuestión de buscar la opción que más nos convenga.