La siguiente evolución de las redes sociales puede venir de la mano de las VR, AR y blockchain, conduciendo al tan mencionado metaverso.
Uno de los inventos más importantes de la era digital son las redes sociales. Nos permiten comunicarnos y conectarnos con el mundo de una manera que nunca antes había sido posible. Al mismo tiempo, nos ofrece la capacidad de formar vínculos con el mundo y encontrar personas afines que comparten las mismas ideas y creencias.
No obstante, las redes sociales no están exentas de limitaciones. Uno de los más grandes tiene que ver con cómo se presenta y transmite la información. Las plataformas de redes sociales son prácticamente todas bidimensionales, lo que significa que todos los datos se muestran en un formato bidimensional (es decir, en una pantalla). Esto significa que las personas solo pueden conectarse a través de texto, imágenes, sonidos y videos. Si bien esto sigue siendo bueno, no se puede negar que nos deja con ganas de más.
Vivimos en una realidad tridimensional, lo que significa que experimentamos el mundo de una manera mucho más rica de lo que pueden mostrar las actuales redes sociales. Muchos momentos de la existencia humana son esenciales porque suceden en un plano tridimensional, donde las personas comparten espacio. Somos seres sociales, y la mejor manera de socializar implica proximidad. Lamentablemente, la mayoría de las plataformas de redes sociales no pueden adaptarse a esto.
Rompiendo las limitaciones con VR, AR y blockchain
Dicho esto, los desarrollos en VR, AR e incluso blockchain han hecho que los científicos y desarrolladores vuelvan a examinar nuestro panorama de redes sociales y creen plataformas alternativas que ayuden a saciar nuestro deseo genuino de socializar y de conectividad. Como resultado, se están construyendo espacios inmersivos y digitales que permiten a las personas conectarse con el mundo desde su dispositivo mientras interactúan en un plano tridimensional.
Aquí entra en juego el tan nombrado metaverso. Este entorno de estilo de vida y juego está empujando los límites del espacio al permitir que las personas formen conexiones genuinamente íntimas online. En todo el mundo, existe un reconocimiento silencioso de que crear vínculos con meras palabras e imágenes no es suficiente para satisfacernos. Pero hasta hace poco, no había alternativas digitales.
Los bloqueos provocados por la pandemia nos enseñaron que los humanos anhelan el contacto tridimensional, lo que hace que las tradicionales redes sociales sean ineficaces y ya no sean adecuadas para su propósito. Esta es la razón por la cual los entornos de metaverso son críticos ahora más que nunca. Escribir textos y enviar fotos puede haber sido suficiente para sentirse socialmente incluido antes de la pandemia. Aún así, hoy en día, nos hemos dado cuenta de lo solitaria que puede ser una experiencia. Los sitios web ya no son suficientes; necesitamos espacios virtuales.
Un futuro verdaderamente inmersivo
El metaverso puede construir un ambiente íntimo, completo y emotivo. Crear una ubicación virtual donde las personas puedan reunirse, discutir ideas, crear recuerdos y (sobre todo) compartir espacio. Favorecer la inmersión más allá de cualquier otra cosa ya que se entiende que los humanos son seres tridimensionales que necesitan herramientas tridimensionales.
Este es un momento crítico para el panorama de las redes sociales, ya que es la primera evolución significativa de la industria desde su creación. El cambio de dos a tres dimensiones será un cambio bienvenido para los consumidores y el público en general, ya que los usuarios de Internet reconocen sutilmente que las palabras, las imágenes y los videos son demasiado limitados para capturar la belleza de la experiencia humana.
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