- Varios de los Bancos Centrales más importantes del planeta tienen sus propias monedas digitales
- Éstas están desarrolladas sobre blockchain pero no descentralizadas, como las criptomonedas
- ¿Cuáles son los riesgos que ello implica, y por qué las CBDC tienen tanto que mejorar aún?
Si bien las criptomonedas no pasan por su mejor momento -independientemente de que muchos optimistas dicen que estamos experimentando sólo un período de corrección de su valor-, lo cierto es que los gobiernos clásicos parecen preocupados por su avance. Las monedas digitales controladas por el Banco Central son uno de los últimos intentos de los países para frenar las criptomonedas. Entonces corresponde preguntarse/nos, ¿les servirán?
Estamos hablando de las CBDC, como se conoce en este ámbito a las monedas digitales del Banco Central. Muchos de los principales Bancos Centrales del mundo tienen las suyas, como el de Inglaterra, el de Japón, incluso el de los Estados Unidos y el Banco Central Europeo, por lo que ya son sumamente comunes para todos.
Básicamente, son las monedas que tienen esos países en circulación, con la salvedad de estar digitalizadas. Sí, es cierto que desde que existe Internet las monedas han estado parcialmente digitalizadas, pero en este caso estamos refiriéndonos a monedas con cualidades específicas, que pretenden detener el impulso de las criptos. Monedas que están basadas en la tecnología blockchain, por ejemplo, si bien no están descentralizadas.
¿Tienen las CBDC algo de malo?
Por supuesto que no tenemos nada contra las monedas digitales, y menos aquí que apoyamos cualquier tecnología que mejore la vida de las personas. Pero el problema está en que las autoridades políticas se mostraron dispuestas inmediatamente a iniciar una guerra contra las criptomonedas, sin evaluar los peligros de las monedas digitales.
No son pocos los profesionales que consideran que este nuevo sistema de intercambio monetario, que aprovecha ciertas ventajas de Internet y las cadenas de bloques, no hará más que atraer ciberdelincuentes a los usuarios. Pensemos por un instante en las graves consecuencias que puede tener el ciberataque a un Banco Central.
Aunque el primer nivel de protección está asegurado con las CBDC, el inconveniente es que están centralizadas. Cuando alguien logre penetrar las barreras de seguridad y llegar hasta el libro mayor, ya no habrá nada que hacer.
Potencial para una política monetaria aún más laxa
En el pasado, los Bancos Centrales imprimían el dinero, y con eso podían controlar la oferta monetaria digital. Durante los días del confinamiento vimos cómo ese sistema era llevado al extremo, y algunas de estas instituciones debieron inyectar dinero a la economía de forma desesperada para recuperarse rápidamente de la pandemia.
Con el auge de las CBDC, bastará hacer click en un botón para propiciar la impresión, sin pensar en el resultado. Muchos banqueros no podrán resistirse a la tentación, y si bien puede parecer una buena idea, hay que recordar que cada vez que se imprime, lo impreso -tanto lo viejo como lo nuevo- pierde parte de su valor.
Mayor control y menor libertad
Si todas las operaciones económicas que realizamos están controladas por el Banco Central, sólo ellos sabrán qué compramos y qué vendemos, pero nadie más. Podrían seguirnos para que expliquemos cualquier movimiento que les parezca sospechoso, y en esa instancia ya no tendremos ninguna libertad financiera posible.
Si eventualmente se produjera una protesta podrían hasta bloquear las transacciones de tu cuenta, dejarte sin dinero. Vimos esto en China cuando la gente protestaba por perder su dinero en la última crisis de la vivienda de ese país.
Puntuación social
El gigante asiático está implementando un sistema de puntuación social con el que premia o castiga por sus CBDC. Considerando la situación económica de cada país, los gobiernos podrían premiarte o castigarte por cómo estás administrando tu dinero, y eso es algo que sencillamente no podemos permitirnos como especie.
¿Qué dice el público a todo esto?
Las encuestas llevadas a cabo desde que se han instaurado las CBDC indican que las principales preocupaciones de los que deberían usarlas, nosotros, tienen que ver con la seguridad y la privacidad de las monedas digitales. Otros asuntos que quieren ver cómo se resuelven son los pagos entre países, los costos adicionales y qué pasará cuando nos encontremos en zonas sin buena conexión a Internet, ni redes WiFi ni datos móviles estables.
Y si los Bancos Centrales no interactúan en interés del público, al menos por ahora, ¿interactúan en interés de quién? Bitcoin es todo lo contrario porque surge de una necesidad concreta, casi como una expresión de esa necesidad. Mientras tanto, las CBDC surgen como respuesta al Bitcoin de los gobiernos que pierden su poder.
El caso es que la credibilidad de los Bancos Centrales nunca había sido tan baja como hasta ahora, y es fácil entender por qué la mayoría de las personas no confían en estas entidades y puede que nunca lo hagan.
¿Cómo implementarán las CBDC y qué puede esperarle al Bitcoin?
En esta pretensión de atraer usuarios, es probable que se desarrolle un sistema de suscripción en el que se aliente a las personas a dejar de usar efectivo y comenzar a usar las monedas digitales Banco Central a cambio de ventajas. Pero ya vimos cómo la adopción de las CBDC en China fue un fracaso rotundo, para no citar otros territorios.
Los más entusiastas del Bitcoin aseguran que cuanto más se nos quiera convencer de las monedas digitales locales, más posibilidades habrá de que las criptomonedas sean una alternativa interesante para los ahorradores.
Al final, lo que hace que Bitcoin sea único y valioso es que está descentralizado y tiene un sistema monetario deflacionario con un suministro fijo que no se puede cambiar. Es algo que ningún gobierno logrará modificar.