- Falta menos de lo que esperamos para que la web 3.0 se convierta en el protocolo web dominante
- Nuestros hijos y nietos serán nativos de tal tecnología, pero nosotros debemos adaptarnos a ella
- ¿Por qué deberíamos comenzar a dedicarle tiempo a la descentralización para no quedar atrás?
Ante la vez mayor cantidad de información respecto de la próxima edición de Internet, muchos usuarios se preguntan si es necesario aprender sobre la web 3.0 desde ya. Analizamos varias razones de por qué la respuesta es «sí» y tendrías que ir teniendo un primer acercamiento a este concepto y sus alcances antes de que sea tarea.
Lo cierto es que todos estamos más o menos familiarizados con las nociones informáticas básicas, pero puede que un buen porcentaje de nuestros lectores aún no hayan descubierto suficientes detalles respecto de lo que será esta web 3.0, con sus promesas de ventajas para los usuarios, algunas de las cuales recién conocemos.
En cualquier caso, es un hecho que la forma en la que interactuamos con Internet está cambiando definitivamente. Esta tecnología llamada web 3.0 significa que hay una nueva tecnología que está en el centro de la escena.
¿Qué es la web 3.0 y los motivos para saber más sobre ella?
En principio, la web 3.0 representa un conjunto de protocolos que permiten gozar de una web descentralizada. Dejaremos de depender de las autoridades centrales actuales, como los gobiernos y las corporaciones.
Una vez establecida, los usuarios de esta nueva generación web 3.0 podrán interactuar olvidando las autoridades. Dicho de otro modo, ellos mismos serán las autoridades porque todos los seremos, y eso adelanta una serie de beneficios, entre ellos mayor seguridad, mayor privacidad y mejor tratamiento de contenidos sensibles.
Hecha esta introducción, veamos por qué deberías estar formándote en torno a la web 3.0 desde ahora.
La web está cambiando
La web está cambiando y eso es inevitable, no hay absolutamente nada que podamos hacer al respecto. Mientras crece el número de clientes que usan aplicaciones descentralizadas o DApps, éstas están realizadas aprovechando el potencial de plataformas como Ethereum, que permiten las interacciones sin intermediarios.
La web 3.0 es más segura
Como todo entorno descentralizado, la web 3.0 es más segura, se muestra menos vulnerable a las amenazas. Generalmente, los piratas informáticos se encuentran con mucho más obstáculos que los de la web 2.0. Asimismo, los usuarios tienen control total sobre sus datos personales, y eligen con quién van a compartirlos.
La web 3.0 es más privada
La web 3.0 es un paso adelante en cuanto a la privacidad. Si utilizamos Facebook nos movemos en sus servidores. Pero con la web 3.0 los servidores no le pertenecerán a una gigante tecnológica sino que serán públicos. Seguramente ya no tendremos noticias como las de Cambridge Analytica ni similares, y eso lo agradecemos.
La web 3.0 es menos propensa a la censura
Otra virtud de la web 3.0 es que resiste mejor los intentos de censura, precisamente por la ausencia de una autoridad. Nadie controla la red por sí mismo ni puede censurar ni bloquear contenidos, avalando la libertas de expresión.
¡Formas parte del cambio!
Podemos seleccionar si queremos ser únicamente testigos de este cambio, o también protagonistas de la web 3.0. Estamos convencidos de que la mayoría preferirá poder decidir dentro de esos contextos, e involucrarte cuanto antes es indispensable si realmente quieres jugar un papel importante en el progreso de la nueva web.
Conclusiones
Con todo esto en mente, si aún no estás familiarizado con la web 3.0, éste es el momento en el que debes empezar a aprender un poco más sobre esta manera de interactuar con Internet y los avances que supone respecto del pasado. Aprendiendo de la web 3.0 serás parte del cambio, pero lo serás activamente en vez de ver el cambio pasar.