Italia será el próximo país en añadir una fiscalidad de las ganancias en criptomonedas. La nueva Ley de Italia entrará en vigor en 2023 e impondrá un impuesto del 26 % sobre las ganancias de las criptomonedas. Al mismo tiempo, requerirá que los poseedores de criptomonedas revelen sus tenencias actuales y paguen un impuesto del 14% sobre dichas tenencias.
En el presupuesto de provisiones para 2023, propuesto por el gobierno de derechas liderado por Giorgina Meloni, se impondrá un impuesto del 26 % sobre las ganancias de capital que superen los 2000 euros conseguidas por el comercio de criptomonedas. Antes de eso, las criptomonedas eran tratadas de la misma manera que las monedas extranjera por el régimen fiscal del país.
Además, también ofrece a los contribuyentes la opción de declarar el valor de sus criptomonedas a partir del 1 de enero de 2023, a los que se les aplicará una tasa del 14 %. El objetivo del nuevo régimen fiscal es estimular a los contribuyentes italianos a divulgar sus tenencias de criptomonedas en su régimen fiscal. La ley propuesta, que aún puede ser enmendada en los parlamentos, también incluirá obligaciones de divulgación y extenderá el impuesto de timbre a las criptomonedas.
La adopción de las criptomonedas
El informe de Bloomberg afirma que alrededor de 1,3 millones de italianos, o el 2,3% de la población, posee activos digitales. En comparación, en el Reino Unido, el 5 % de la población posee criptoactivos, mientras que en Francia lo hace el 3,3 % y España sobre el 10% de la población.
Meloni hizo campaña previamente por impuestos más bajos. El nuevo enfoque más estricto del primer ministro para las criptomonedas se produce cuando Portugal, una de las regiones más favorables a las criptomonedas de la Unión Europea, reveló en octubre sus planes para gravar las ganancias de criptomonedas en un 28 % .
Los nuevos planes fiscales llegan en un momento en que una prolongada crisis del mercado precipitó el colapso de muchas grandes plataformas criptográficas. La caída de estas empresas y una ola de quiebras que se extendió por el mercado, incluido el colapso más reciente del intercambio de criptomonedas FTX, han aumentado el escrutinio de los reguladores a nivel mundial sobre la naciente clase de activos.