- Muchos NFT tienen un gran problema en la actualidad ¿Cuál? Es muy simple, cualquiera los puede copiar.
- El problema de duplicar contenido existe en internet desde hace mucho. Aquí el enorme problema es que no existe un marco legal para luchar en contra de aquellas personas que “violan los derechos de autor de los NFT”.
Todo el mundo está hablando de los tokens no fungibles desde hace tiempo y todas las bondades que tiene. Sin embargo, nadie habla del problema con los NFT y en este artículo, hemos decidido iluminarlos un poco más con respecto a una cruda realidad para todo aquel que decida coleccionar NFT.
¿Qué son los NFT?
Los tokens no fungibles son una clase de activo que existen solo de forma digital. De la misma forma que la criptomoneda, con la cual está estrechamente relacionado, el registro de propiedad se queda en una cadena de bloques y libro de contabilidad digital.
Pero la gran diferencia con las criptomonedas es que, los NFT son únicas. No fungibles significa que no son intercambiables entre sí. Esto hace que todos los NFT sean únicos, algo muy diferente a las criptomonedas, en donde cada unidad o moneda se puede intercambiar por otra del mismo valor.
Teniendo en cuenta que un NFT es único, el modo de intercambio es deficiente. El poder de las monedas radica en el sentido de que cualquiera puede intercambiarlas por cualquiera del mismo tipo. Hagamos de cuenta que tenemos unos 10 billetes de un dólar en el bolsillo y queremos comprar un caramelo que cuesta $ 1, podemos pagarlo con cualquiera de esos billetes, no es como si el empleado de la tienda fuera a rechazar uno y aceptar otro.
Por otro lado, justamente eso que hace que los NFT se vuelvan poco interesante como monedas, los vuelve llamativos para los coleccionistas. Después de todo, estamos hablando de algo que es único en su clase, alguien debe querer poseerlo. En realidad, ni siquiera importa qué sea, su rareza hace que muchas personas puedan quererlo.
El problema de “Ser dueño” de un NFT
Pero los NFT tienen una peculiaridad bastante rara, en realidad no son una propiedad absoluta. Pongamos de ejemplo algo: hagamos de cuenta que invertimos $ 8 millones en un sello extraño, seriamos dueños de esta hoja de papel. Se encontraría en una vitrina con la temperatura controlada en una biblioteca enorme de una mansión que asumimos como propiedad de los coleccionistas millonarios.
Esto es algo que contrasta bastante con los NFT; que no son de propiedad. Por ejemplo, el empresario malasio Sina Estavi adquirió el primer tuit del fundador de Twitter, Jack Dorsey, pagando casi 3 millones de dólares y aquí podemos ver una copia de ese tweet.
En este caso no es como si Islabit contara con un presupuesto bastante importante como para poder adquirir el tweet en cuestión. Lo único que hacemos es dar clic derecho, Guardar como y listo. Incluso podemos tomar una captura de pantalla y somos dueños de un tweet mal escrito. Lo más loco de todo es que tampoco estaríamos infringiendo ninguna ley.
¿Certificado a medias?
Esto es debido a que el Sr. Estavi, en realidad no es propietario del tweet, sino que posee un certificado de autenticidad que dice que él es el propietario del tweet. Sin embargo, en el mundo real, es como si compráramos la escritura de una casa, pero no la casa en sí ¿Se entiende?
Técnicamente hablando, los NFT se encuentran protegidos por derechos de autor. Harry Richt, es un abogado de New York que comentó lo siguiente: Por defecto, el autor de un NFT tiene todos los derechos exclusivos, entre los que se incluye la posibilidad de crear copias de este, el comprador del NFT tiene derecho a mostrar o vender ese NFT especifico. Por lo que comenta Richt, el autor también puede perseguir a las personas que infrinjan esos derechos.
Por otro lado, nos encontramos con otro abogado, Max Dilendort, también de New York, que dijo algo similar. Aunque en este caso se centró un poco más en que la propiedad intelectual de los NFT es una cuestión contractual y depende de la plataforma en la que se adquiera. Las plataformas cuentan con reglas diferentes con respecto al copyright.
Estos problemas también los podemos encontrar en la UE y en varios países del mundo.
¿Demandas por usar copiar un NFT?
En cuanto al tema de las demandas por derechos de autor, son demasiado pocas y muy esporádicas. Desde Slate podemos ver un artículo en donde se analizan cuidadosamente lo que la gente estuvo haciendo con estos tokens y hasta ahora, ni una persona fue demandada.
En la actualidad, no existe nada que nos impida tomar y copiar una imagen del Bored Ape Yacth Club, un club de propietarios de NFT que tiene a celebridades como Jimmy Fallon. En realidad, no vamos a formar parte de este club exclusivo, aunque un poco nos podremos burlar de ellos.
La situación es extraña, porque lo único que podrán hacer es simplemente quejarse de ello a través de Twitter, nada más que eso.
Incluso nos podemos encontrar una especie de The Pirate Bay, pero de NFT en donde podemos descargar y cargar todos los NFT que deseemos, este “servicio” se llama “NFT Bay”. Evidentemente, somos conscientes de que los propietarios de los tokens no fungibles no estarán para nada alegres con esta clase de sitios. Sin embargo, al carecer de marco legal, dudamos que puedan hacer algo al respecto.