- La novela de Twitter parece no tener fin y nos encontramos con otra piedra en el camino.
- Fidelity, quienes ayudaron a financiar la adquisición de Twitter a Elon Musk, redujo su valor de participación en un 56%, más de la mitad.
Fidelity reduce el valor de su participación en Twitter a más de la mitad y esta no es una noticia más del montón. Estamos hablando que se trata de un grupo de inversionistas externos que ayudaron a financiar a Elon Musk la compra de Twitter con $ 44 mil millones.
En la actualidad, su participación en la red social se redujo en un 56%. Esta situación ocurre en una época bastante complicada para Twitter en medio de varias decisiones caóticas, entre las que se incluye un éxodo de anunciantes de la red y el resurgimiento de Mastodon como red social descentralizada y otras alternativas como Hive.
Según informa Axios, la participación de Fidelity Blue Chip Growth Fund en la red social estuvo valorada en $ 8,63 millones desde noviembre. Lo que supone una cifra inferior a lo que tenían a finales de octubre.
También es muy factible que las tendencias macroeconómicas tengan algo que ver al respecto. Por su parte, la plataforma de pagos Stripe tuvo un recorte de valoración interna de casi un 30% para julio, Instacart no queda afuera con un recorte de un 75% durante esta semana.
Las malas políticas de Elon Musk: Fidelity reduce su participación en Twitter
Pero si volvemos al tema de que Fidelity recude el valor de su participación en Twitter a más de la mitad, debemos considerar que las políticas aplicadas en Twitter por Musk no están ayudando en lo más mínimo.
A nivel técnico, la red social está más inestable que nunca, esté mismo miércoles ha sufrido varias interrupciones luego de que Musk realizó varios cambios importantes en la arquitectura del servidor back-end. También se han despedido empleados del departamento de ingeniería y políticas públicas. Deshaciéndose del grupo encargado de la moderación del contenido y cuestiones relacionadas con los derechos humanos, como la prevención del suicidio.
A esto le sumamos la provocación a los entes reguladores después de prohibir, y rápidamente restablecer, las cuentas de importantes figuras del periodismo.
El editor de negocios de Axios, Dan Primack, comentó en un tweet el hecho de que parece que Fidelity depende en gran medida del desempeño del mercado público en lo que respecta a valoraciones. También es bastante factible que esta empresa no cuente con la información interna en sobre cómo está la situación financiera de Twitter.
Una red social con muchas deudas
Twitter ve cada vez más recortes a medida que se acercan a los $1,000 millones en pagos de intereses adeudados por $13,000 millones en deuda, mientras tanto, los ingresos siguen en picado.
Incluso nos encontramos con un informe de Media Matters for America publicado en noviembre, en donde se estima que la mitad de los 100 participantes de Twitter, quienes gastaron casi 750 millones de dólares en anuncios durante 2022, no tienen intenciones de hacerlo en 2023.
La red social se encuentra muy enfocada en su plan Twitter Blue, con la idea de transformarlo en su mayor generador de ganancias. Aunque según ciertos datos de terceros, todo parece que está demorando demasiado tiempo en despegar.
Intentando ahorrar dinero desde cada rincón
Por su parte, los empleados de Twitter se encuentran trayendo su propio papel higiénico al trabajo, después de que los servicios de limpieza fueran reducidos, incluso se dejó de pagar el alquiler de muchas oficinas, entre las que se incluyen las de San Franciscos, según informa New York Times.
Elon Musk está intentando ahorrar un aproximado de $ 500 millones en costos no relacionados con la mano de obra, por lo que vemos en el informe mencionado anteriormente. En las últimas semanas, tomo la decisión de cerrar un centro de datos y lanzando una ventana forzosa después de subastar artículos de oficina intentando recuperar los costos.
Según The Wall Street Journal, el equipo de Musk se puso en contacto con los inversores para lograr conseguir una nueva inversión para Twitter, al mismo costo que la adquisición original de 44.000 millones de dólares.
La gente quiere que Musk renuncie
Una polémica encuesta fue llevada a cabo en donde se consultó si Musk debería renunciar como jefe de la compañía. La encuesta terminó el 19 de diciembre con los usuarios votando de manera rotunda a favor de que se fuera. Musk respondió unos días después diciendo: “voy a reiniciar como director ejecutivo tan pronto como encuentre a alguien que sea lo suficientemente tonto como para acepar el trabajo”. Añadió que después de eso simplemente dirigiría los equipos de software y servidores.