- Cuando adquirimos una nueva CPU no únicamente tendremos que preocuparnos por sus núcleos o velocidad de procesamiento.
- La memoria caché es fundamental para mejorar el rendimiento de muchas aplicaciones que utilizamos frecuentemente, en especial para aquellas que más recursos necesitan.
Comprar una nueva CPU no es una tarea sencilla, tenemos que tener en consideración unas cuentas cosas antes de dar el paso, no únicamente tendremos que preocuparnos por los núcleos y la velocidad. Una de las cosas a las que tenemos que prestarle mucha atención es la cuánta memoria caché tiene que tener la CPU que deseamos adquirir.
En realidad, la cantidad de caché que necesitaremos dependerá de lo que pensamos hacer con nuestro ordenador. Tendremos que utilizar puntos de referencia para dar con una CPU que termine siendo óptima para nuestro caso en cuanto al caché, núcleos y relojes, que sea capaz de ejecutar las aplicaciones que necesitamos de manera óptima.
Pero ¿Qué es la memoria caché de la CPU?
Aunque primero tenemos que tener muy en claro qué vendría a ser la memoria caché de la CPU. Esta se trata de una memoria pequeña y rápida que se encarga de almacenar datos e instrucciones de uso frecuente. Suponemos que la parte de “caché” ya te dio una idea para qué sirve. Esto le permite a la CPU acceder a mucha información de manera ágil sin tener que esperar a la memoria RAM.
La memoria caché de la CPU se podría decir que se divide en varios niveles, cada uno de estos niveles brinda un acceso más rápido a datos e instrucciones. El nivel de caché más pequeño y rápido se llama caché L1, seguido de caché L2 y caché L3. El primero de estos se encuentra integrado a la CPU, mientras que los otros dos se encuentran cerca.
¿Qué tiene de importante la memoria caché?
La memoria caché de la CPU es sumamente importante debido a que impacta de manera directa en el rendimiento de la PC. Mientras más tenga, menos tiempo nos pasaremos esperando datos, algo que representa una perdida de rendimiento. Aunque debemos considerar que se trata de un recurso limitado, incluso añadir más memoria a una CPU puede aumentar de forma notoria el uso de energía.
Dependiendo de la tarea, cambiará la cantidad de memoria caché requerida
Evidentemente, la memoria caché necesaria para algunas tareas de la CPU puede variar, y ciertamente no es posible ofrecer tamaños de caché específicos a los que podamos aspirar. Esto es algo que notamos bastante cuando pasamos de una generación a otra, debido a que las CPU modernas pueden tener una memoria caché mucho más rápida que nos brinde la posibilidad de hacer más con menos.
¿Cuáles son aquellas tareas que requieren un acceso más frecuente a grandes cantidades de datos? Generalmente, lo vemos en la edición de vídeos, renderizado, videojuegos, simulaciones, etc. Estas tareas se verían fuertemente beneficiadas de una memoria caché óptima.
Después nos encontramos con otras tareas que no necesitan una memoria caché demasiado importante: navegación web, uso de aplicaciones de ofimática, etc. Entonces, volvemos al inicio de este artículo, tenemos que tener muy en claro cuáles son nuestras necesidades para ver cuánta memoria caché realmente necesitamos.
Elegir el tamaño de caché correcto ¿Cómo lo hago?
Después de tener muy en claro las aplicaciones que utilizaremos frecuentemente y tengamos en claro que el tamaño de la memoria caché afectará de forma considerable el rendimiento de las apps, ¿Cómo podemos hacer para encontrar un equilibrio ideal entre el número de núcleos, velocidad de procesamiento y memoria caché?
La manera más sencilla, práctica y fácil de comprender, es buscar resultados de referencia para las CPU que consideramos actualmente en estas aplicaciones. Tendremos que verificar si una CPU con más caché puede funcionar mejor que una con relojes más rápidos o más núcleos, siempre que sean del mismo precio.
Para que sirva de ejemplo, podemos poner la AMD 5800X3D que ofrece un rendimiento en videojuegos que es simplemente genial gracias a su gran cantidad de memoria caché, aunque no es lo mismo cuando hablamos de edición de vídeos en comparación con una CPU de un precio parecido, pero que tenga más núcleos.
Antes de terminar, también deberíamos considerar un pequeño detalle y es qué tan sensibles son las aplicaciones con el ancho de banda y la velocidad de la RAM. No sería una mala idea considerar quitar un poquito de presupuesto a la CPU para adquirir una mejor memoria RAM. Lo más importante es que tengamos muy en claro en rendimiento que podemos obtener cuando se utiliza, para esto nada mejor que verificar el sitio web de rendimiento que ofrecimos anteriormente.