Nacida en 2006, la red social Wamba.com consigue rápidamente una gran aceptación entre el público español y latinoamericano llegando a alcanzar más de 2 millones de usuarios registrados y recibiendo, un año más tarde, una financiación de 1,5 millones de euros por parte de Morten Lund, también inversor de Skype.
Pero la prometedora trayectoria de Wamba se ve truncada con el masivo éxito de la red social local Tuenti (vendida a Telefónica en agosto de este año por 75 millones de euros) y de la internacional Facebook, que supieron adaptarse mejor a la demanda de los usuarios implementando fuertes medidas de privacidad y apostando por los nombres reales en lugar de pseudónimos como en Wamba y otras redes ahora en detrimento como Myspace, Netlog o Bebo (esta última comprada por AOL por 850 millones de dólares norteamericanos en 2008 y vendida un año después por tan solo 10 millones de dólares norteamericanos.
La red sobrevivió los siguientes años hasta que en el año 2009 firmaba su venta a la americana Mio.tv por 4 millones de euros, capitaneada por el exvicepresidente de Telefónica Media, Manuel Garcia Durán quién al poco después cancelaba la operación por la quiebra de Mio.tv, volviendo Wamba a manos de sus fundadores.
Ahora en 2010, y pese a las dificultades que ha sufrido desde sus inicios, Wamba apuesta por la estrategia “Si no puedes con tu enemigo, únete a él” y se reconvierte en aplicación social para ofrecer nuevas soluciones a nuevas demandas sociales.
Wamba.com renace de sus cenizas como una nueva aplicación social de Facebook para ligar y conocer a gente nueva. En tan sólo un mes, la aplicación de Wamba logra 100.000 nuevas instalaciones de usuarios, alentadas gracias a la naturaleza viral de la red Facebook que facilita a los usuarios recomendar la aplicación a sus amigos de forma sencilla.
El éxito de la aplicación de Wamba en Facebook reside paradójicamente en lo que años atrás fue su mayor amenaza: su carácter abierto y amigable. Hoy, Wamba se apoya en la red privada de Facebook para que sus usuarios puedan hacer nuevos amigos o incluso ligar, más allá de su red de amigos y familiares. Una de las funcionalidades estrella de la aplicación es la posibilidad de etiquetar fotografías (de amigos o desconocidos) con divertidas descripciones como “loco”, “sexy”, “friki”, “canalla” o “inteligente”, entre otras, lo que provoca una rápida reciprocidad por parte del usuario etiquetado.
La aplicación Wamba, por el momento totalmente gratuita, planea incorporar funcionalidades “Premium” que supondrán un pequeño coste en forma de micropago para mejorar la experiencia del usuario.