sexo Inteligencia Artificial

Sexo e Inteligencia Artificial, ¿estamos preparados?

  • Internet es el último ejemplo de explotación de las tecnologías a favor de impulso de los deseos sexuales y no demoraremos demasiado hasta que la Inteligencia Artificial intervenga en ellos
  • El inconveniente sería que los modelos de IA inventen emociones allí donde realmente no existen
  • Habrá que plantear la incertidumbre sobre si parte de la población puede llegar a olvidarse de que el consentimiento es un buen porcentaje de cualquier relación, y más de las relaciones sexuales

Considerando el imparable avance de esta tecnología, la relación entre sexo e Inteligencia Artificial se antoja inevitable a estas alturas. Pero, ¿estamos preparados para relacionarnos con la IA en esos niveles? Probablemente, ésta es una de las preguntas que deberíamos hacernos tal y como están las cosas.

Claro, la historia nos enseña que, tan pronto aparecen nuevos avances tecnológicos, los usamos para el porno. Internet es el último ejemplo de explotación de las tecnologías a favor de impulso de los deseos sexuales.

Mientras el temor de los expertos era hasta hace unos meses que se crearan deepfakes sustituyendo personalidades, ahora los especialistas están preocupados porque el progreso de la IA es mucho más rápido de lo que esperaban.

La Inteligencia Artificial y el sexo…

Los algoritmos, por muy impresionantes que sean, no son conscientes. Y no lo van a ser tampoco en el futuro, claro. La tecnología simplemente predice qué palabra es estadísticamente más probable que venga después de la anterior. Lo hace mediante el análisis de miles de millones de oraciones extraídas de toda Internet por lo que se nutren de los usuarios como nosotros. En otras palabras, IA mediante, la humanidad se estaría experimentando a sí misma.

Podría parecer un problema, pero ¿nosotros no estamos también construidos de todas esas interacciones diarias? Ahora bien, el inconveniente sería que los modelos de IA inventen emociones allí donde realmente no existen.

… y los humanos y el sexo

Bueno, ahí es donde aparecen los cuestionamientos válidos y es que si la IA, por su naturaleza estadística, tiende a aproximarse a las mayorías, acabará haciendo aquello a lo que esté más expuesta durante su proceso de aprender.

El único propósito de la tecnología es identificar el statu quo para mejorar sus posibilidades de obtener respuestas correctas para la mayor cantidad de personas, y eso supone que los valores atípicos se eliminan sin piedad.

En el sexo, en el que hay pocas respuestas correctas, eliminar grises o contestaciones minoritarias no es bueno. Abismal es la diferencia entre el análisis de datos fríos y la interacción con las emociones calientes de los usuarios.

Al final, se corre el riesgo de que la IA acabe adoptando lo peor del comportamiento sexual que se da en Internet. Padres que le ponen Me Gusta a las publicaciones de las amigas de sus hijas en Facebook o en Instagram, mencionando un caso muy repetido que podría servidor como disparador para interacción delictivas.

La IA entrena a los usuarios para ignorar el consentimiento

Incluso si la IA logra satisfacer adecuadamente la multiplicidad de deseos humanos, para bien o mal, nos enfrentaremos a preguntas sobre qué muestra a largo plazo la interacción con las IA orientadas al sexo.

La Inteligencia Artificial es una cámara de eco de los deseos que hemos gritado al vacío de internet, casi sin alma. Esto nos lleva a una discusión frustrante y compleja sobre el consentimiento. Estamos humanizando algo que no puede consentir, lo cual es éticamente incorrecto. Pero al mismo tiempo, los algoritmos no son ni remotamente conscientes… entonces, ¿a quién le importa? Bueno, a los que piensan en las relaciones humanas.

Las IA se están convirtiendo rápidamente en partes omnipresentes de nuestro tejido social. La gente se acostumbrará y la humanizará cada vez más, especialmente si los creadores permiten que las creaciones superen sus propios límites tanto como sea posible para dar la impresión de humanidad. La IA cumplirá los deseos sexuales independientemente de qué desubicados sean. Alguno se hará la ida de que es lo normal.

Somos criaturas de hábitos, por lo que la incertidumbre sobre si parte de la población puede llegar a olvidarse de que el consentimiento es un buen porcentaje de cualquier relación, y más de las relaciones sexuales, hay que plantearla.

Convertirá la soledad en dólares

Replika es una firma que vende chatbots que están «siempre para escuchar y hablar» y «siempre de su lado». Recientemente anunciaron que dejarían de lado los juegos de rol explícitos, y los usuarios fueron concretos respecto de que estaban utilizando esos chatbots para combatir los momentos en los que se encontraban solos.

Los anuncios de la aplicación se dirigen en gran medida a hombres solitarios que buscan contenido llamado NSFW. NSFW son las siglas de la expresión en inglés Not safe/suitable for work, que significa que algo no es seguro y/o apropiado para entornos laborales. No es una ninguna novedad, una epidemia de soledad golpea a los hombres jóvenes con especial fuerza durante las últimas dos décadas. 1 de cada 3 entre los 18 y los 24 años no reportan actividad sexual en el último año, y la IA parece hecha específicamente para ellos al darles feminidad y sexualidad.

Hoy, una novia virtual cuesta poco más de 10 dólares al mes. Internet siempre fue una máquina gigante que convertía el acoso contra las mujeres en ingresos, ya sea directa o indirectamente… y con la IA está a punto de empeorar.

Es que los datos y el código son libres. Así, las IA entrenadas en porno aparecerán en todas partes.

¿Borrará las referencias individuales en la identidad sexual mientras es entrenada para ignorar el consentimiento y normalizar el comportamiento no consensuado, lo que podría conducir a la violencia? Aún falta para saberlo.

¿Cómo imaginas que el sexo se verá afectado por la Inteligencia Artificial en los próximos años? ¿Eres optimista?


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