Los routers tienen la finalidad de gestionar el ancho de banda del que se dispone, permitiendo así entregar conexión a distintos dispositivos conforme la configuración que el propio usuario haya definido previamente en el menú de configuración del dispositivo en cuestión.
La ventaja comparativa de los routers comerciales y los entregados por compañías proveedoras de Internet, está en que éstos vienen absolutamente libres de cualquier configuración que restringa el ancho de banda, la cantidad de dispositivos que pueden hacer uso de conexión o prerrogativas que limitan la velocidad de descarga de ciertas aplicaciones (algo muy usual en varios ISP). En el caso de Belkin, la buena noticia está en que se ha esmerado en hacer de éstos algo fácil de usar, y por ello creó tres modelos específicos, llamados Surf, Share y Play.
Para un usuario sin conocimientos de informática o del manejo avanzado del ordenador, por decirlo de alguna manera, configurar un router puede significar llamar a una empresa de asistencia para hacer una instalación o inclusive solicitar la ayuda del típico amigo que siempre sabe cómo hacer todo este tipo de cosas. No obstante, las cosas han cambiado, pues gracias a Belkin la configuración de una red casera será mucho más sencilla.
Los nombres de los routers Belkin no están puestos al azar, sino que muy por el contrario tienen que ver con el perfil al que van dirigidos, así el Belkin Share está destinado a quienes deseen compartir dispositivos como impresoras en una red, discos duros, etc., haciendo de la tarea de “compartir un dispositivo” algo muy sencillo.
El Belkin Surf está hecho para conectarse sin más trámite, es decir, quienes dispongan de dispositivos que necesiten de conexión a internet casi bajo el sistema “plug and play”, encontrarán aquí su mejor opción por el momento (en términos de facilidad de uso). Finalmente el modelo Belkin Play está pensado en aquellas personas que quieren conectar medios (dispositivos) en una red casera, por ejemplo, donde se puede escuchar música, hacer streaming y practicar con exigentes juegos online.
Los precios para estos modelos oscilan entre 40 y 150 euros, aproximadamente.