Meta se encuentra trabajando con LG para competir con Apple Vision Pro, las gafas de realidad virtual y aumentada que se anunció durante la WWDC y que, en teoría, debería salir a la venta el próximo año a un precio que supera los 3.000 dólares, vamos un “cambio”, claro. Por lo que podemos apreciar desde Maeil Business Newspaper, la idea de Meta es lanzar unas Quest Pro de unos 2.000 dólares, pero para el 2025. Ofreciendo una alternativa más económica a la de Apple.
¿Por qué Meta debe asociarse con LG? Gracias a esto, la compañía de Mark Zuckerberg podrá usar pantallas micro OLED del fabricante surcoreano en sus futuras gafas, incluso varios componentes más a través de LG Innotek, quienes producen y distribuyen semiconductores para dispositivos móviles, lentes, sensores, etc.
Se afirma que Meta tiene un objetivo claro: lanzar, aunque sea, dos versiones en estrecha colaboración con LG. Tenemos un visor VR Quest de gama baja que tendrá un precio que será alrededor de 200 dólares. Esto significa que se sería mucho más económico que el Quest 2 que vale 100 dólares más.
Meta se une a LG para hacerle frente a las Vision Pro de Apple
Para el año 2025, la compañía tendría previsto lanzar su, vamos a decir, buque insignia, que sería una nueva versión de la Quest Pro, las cuales competirían directamente con las Apple Vision Pro y que cuenta con muchas características que deberías utilizar. Su precio sería de aproximadamente 2.000 dólares. Costarían menos que la opción de Apple, pero mucho más que las Quest Pro actuales.
Esta situación es algo normal, recordemos que el CEO de Meta, critico fuertemente a las Vision Pro de Apple diciendo que la compañía optó por una pantalla de mayor resolución, sumado a toda la tecnología para hacerlas funcionar, logre que cueste siete veces más y que requiera demasiada energía hace que es poco funcional.
No obstante, posiblemente la opción de Meta y LG no tenga prestaciones tan impresionantes como las que tendrá Vision Pro. Justamente debido a eso es que el precio será considerablemente inferior. Después de todo, tenemos una diferencia notoria de 1.000 dólares, que no es poca cosa.